Nuestro compañero Raúl comenzó a trabajar en el centro industrial que Repsol Petróleo tiene en Puertollano a primeros de agosto de 2007. Su contrato de trabajo fue concertado en fraude de ley, aunque desconocemos si fue intencionadamente o como reconoció posteriormente el subdirector de recursos humanos solo se trataba de un error.

Nuestro compañero Raúl comenzó a trabajar en el centro industrial que Repsol Petróleo tiene en Puertollano a primeros de agosto de 2007. Su contrato de trabajo fue concertado en fraude de ley, aunque desconocemos si fue intencionadamente o como reconoció posteriormente el subdirector de recursos humanos solo se trataba de un error.

UNA PEQUEÑA HISTORIA PARA UN GRAN COMIENZO

Esto significaba que dicho contrato se convertía en indefinido desde la fecha de su firma, pero una cosa era reconocer el error y otra muy distinta aceptarlo y actuar en consecuencia para reparar los daños producidos con las correspondientes medidas paliativas y evitar su repetición con actuaciones preventivas. Pero este tipo de políticas son ajenas a esta corporación que haciendo gala de una su gran hipocresía empresarial, nos vende la cara a través de grandes campañas publicitarias donde se cantan exageradamente las bondades de su gestión, mientras se nos deja la cruz a los trabajadores ocultando con mucho cuidado e intimidación, todo lo que no interesa.

Conocidas estas premisas podemos entrar en una breve descripción de los hechos.

En mayo del 2008 Raúl solicitó una semana de vacaciones con dos meses de antelación cumpliendo la norma del turno. La empresa, como era habitual en estos casos, no contestó por escrito, de modo que una vez realizada la cobertura correspondiente con el grupo de apoyo, se fue de vacaciones. Es importante este detalle. Pero su jefe decidió, que por el mero motivo de serlo, podía despedirlo alegando que la semana de vacaciones fue en realidad una falta de asistencia de siete días. No importaba que todo se realizara conforme a los usos y costumbres, para eso él era el jefe. Ante tal despropósito y atendiendo a nuestra queja, la empresa decidió no eliminar la inexistente falta, sólo rebajar la sanción a la suspensión de empleo y sueldo por un tiempo igual al de vacaciones. La decisión se hizo firme después de ser acordada en una reunión del comité con la empresa en la que todos los sindicatos (CCOO, UGT, CTI, STR) aceptaron. En palabras de los presuntos sindicalistas “sabemos que la sanción es injusta pero no se puede hacer otra cosa, a la empresa no la vas a denunciar”. Y hemos demostrado lo contrario, que se puede denunciar en una defensa justa de nuestros derechos, y sobre todo que se puede ganar.

La sanción fue recurrida por los servicios jurídicos de CGT. Se desestimó en los juzgados de Ciudad Real, pero la sentencia ha sido finalmente revocada por el TSJ de Castilla La Mancha, dejando sin efecto la sanción y condenando a la empresa al pago de los días descontados.

Después se demando el contrato de trabajo que como vimos al principio estaba en fraude de ley. Este juicio está pendiente por petición expresa de la abogada de la empresa. Su argumento fue que habíamos presentado conciliación por despido, ya que Raúl había sido despedido en mayo de esta año, y que estimaba más importante el de este último que el del contrato. Estábamos en la sala de vistas, estábamos todos : juez, secretarios, abogados, testigos y el argumento no podía ser más peregrino, pero a pesar de eso fue estimado y el juicio se suspendió hasta nueva fecha. Ahora habrá que retomarlo aunque se trate de un puro trámite ya que el contrato fijo ya fue reconocido por la propia empresa intentando terminar el proceso con la indemnización correspondiente a este tipo de contratos. Pero lógicamente no aceptamos.

Y el tiempo y la justicia nos ha demostrado que fue una decisión ética y acertada. La demanda presentada para el reconocimiento del despido como nulo ha dado sus frutos y el fallo ha sido favorable declarando nulo el despido. La empresa no ha tenido más remedio que admitir la sentencia y hoy Raúl vuelve a ser trabajador de Repsol, pero como parece no gustarle demasiado que vuelva a su puesto, ha decidido eximirlo de su obligación de ir a trabajar, le ha pagado los salarios de tramitación correspondientes a los meses que lleva sin trabajar y le ha reconocido un salario diario de algo más de 66 euros y todo esto sin que tenga que salir de casa.

Este caso marca un hito en la historia reciente de esta empresa, rompiendo por primera vez una especie de pacto de silencio marcado firmemente por la intimidación empresarial, y con la colaboración de los sindicatos mayoritarios. Un caso que ya ha comenzado a desvelar las consecuencias de la falta de escrúpulos en la aplicación de una política corporativa represiva. Sacaremos a la luz las miasmas de una gran corporación que cotiza en las bolsas internacionales, pero que se pudre internamente por la arrogancia, la falta de profesionalidad y la soberbia de los equipos directivos. Se gastan cientos de miles de euros, los mismos que les niegan a los trabajadores enviándolos al paro con los EREs que actualmente ha ejecutado, en estudios del clima laboral. Y cuando reciben los datos y comprueban que los trabajadores piensan que no tienen libertad de expresión porque de ejercerla afectaría negativamente a su puesto de trabajo o carrera profesional, que no se valora suficientemente su desempeño profesional, o que existe favoritismo en el modo en que se producen los ascensos dentro de la compañía, el sesudo equipo directivo, en lugar de entender que se están haciendo muchas cosas mal y que hay que mejorarlas urgentemente, llegan a la conclusión de que lo que falla es la comunicación, y se gastan más recursos en realizar un programa para desembrutecer a los trabajadores que no se enteran de nada. Esto es real y tenemos los datos.

Y todo esto con una persona que era interino, aunque el contrato se celebrase en fraude de ley. Es algo que ha desmarcado a muchas personas que vivían seguros dentro de su arrogancia. Y con una organización de trabajadores (CGT) a la que ninguneaban con cierto menosprecio, lo que para nosotros constituye un gran orgullo.

Pero esto es solo el comienzo de una gran historia de cambio. Porque llevaremos a cabo una serie de movilizaciones orientadas a difundir una realidad que difiere enormemente de la mentira que nos venden a golpe de talonario y estudiadas campañas de publicidad. A pasar factura a esa hipocresía empresarial y exigir el estricto cumplimiento de la ley y que ponga en práctica una conducta mucho más ética, eliminando de la estructura los elementos que hoy no lo hacen posible.

Informaremos a los ciudadanos de cómo a una empresa que se vende verde, le han sacado varias veces la tarjeta roja por contaminar el aire, el agua y hasta nuestras propias vidas, con multas de mas de 600.000 euros. Por incumplir la LPRL, o falsear los índices de siniestralidad obligando a los trabajadores que sufren un accidente a que no se den de baja. Y no debemos olvidar que los incumplimientos que nos vemos obligados a sufrir en nuestro territorio debido a la voracidad empresarial, no tienen parangón con los innumerables desmanes que comete en algunos países en los que opera. Una muestra emblemática la constituye el parque nacional de Yasuní (Ecuador), donde se han vertido recientemente unos 14.000 barriles de crudo debido al deficiente mantenimiento de un oleoducto que cruza el parque, lo que ya de por si es una barbaridad. Además de la prohibición que imponen los sicarios de la petrolera a grupos ecologistas o de derechos humanos que intentan acceder al parque, o transitar por las distintas vías que son de uso comunitario, en un intento de ocultar los atentados que cometen contra la naturaleza y la vida.

Nuestra primera acción a realizar consistirá en una concentración como protesta a las puertas de la empresa en sus oficinas centrales situadas en el madrileño Paseo de la Castellana en la que entregaremos una carta dirigida al presidente, sr. Brufau, pidiendo el cese de los responsables de esta especie de circo que victimiza a nuestro compañero Raúl, y por una política de empleo más responsable y sin recortes de plantilla.

Sección Sindical Repsol Petroleo Puertollano – CGT

23 de noviembre de 2009


Fuente: SS CGT Repsol Puertollano