Respeto no es lo mismo que permiso.

Puedo respetar tus creencias y no con ello estar dándote permiso para invadir mi ciudad utilizando mi dinero para que las cosas tengan el aspecto que a ti te gusta. Menos aun cuando todos sabemos que eres rico.

Demasiado rico.

Respeto no es lo mismo que permiso.

Puedo respetar tus creencias y no con ello estar dándote permiso para invadir mi ciudad utilizando mi dinero para que las cosas tengan el aspecto que a ti te gusta.
Menos aun cuando todos sabemos que eres rico.

Demasiado rico.

A costa de la buena fe de aquellos de los que habrías de cuidar y de un patrimonio artístico sin igual en el mundo.
Pero aun así he de pagarte el viaje, la estancia y todo lo innecesario que te rodea.

Respeto, claro.

¿Dónde está el tuyo cuando llamas a la población a desobedecer las leyes que vayan contra lo que tú dices que dice el Evangelio ?

No me imagino a Jesús en ese escenario con microclima, en ese despliegue mediático, permitiendo que se derroche un dinero en él que es más necesario para otra gente, para otras cosas.

No me lo imagino en África diciéndole a sus habitantes, pese a los problemas de superpoblación y de enfermedades de transmisión sexual, que el condón es pecado, que hay que tener los hijos que Dios te de.

No lo imagino despreciando a personas que pueden amarse pese a no ser de sexos distintos.

No lo imagino en vuestras salas de terciopelo rojo, con vuestros trajes de hilo de oro, dirigiendo una nación soberana que trata de mandar sobre el resto de naciones utilizando la fe como excusa.

Me cuesta mucho respetar tu visión de lo que un tipo que tan sólo quería que nos llevásemos mejor dijo. Quizá por eso le pegasteis una paliza, lo matasteis y después utilizasteis su mensaje para lo que os dio la gana.

Un mensaje que hablaba de construir un mundo mejor aquí y ahora, teniendo como base la libertad, fue convertido en un mensaje de aguantar estoicamente todo lo que nos hagáis tragar, teniendo como horizonte la esperanza de una recompensa al morir.

Él hablaba de librarse del yugo de gente como tú.

Convertisteis el mensaje de un rebelde con mayúscula en una forma de sumisión mental absoluta y sin precedentes.

¿Que la gente desobedezca las leyes que tú consideras contrarias al Evangelio ? ¿No eres acaso, de toda la historia, el que más lo ha malinterpretado ?

Defiendes una visión extremadamente conservadora que excluye todo lo que no es igual a ti mismo.

Él jamás habló de eso, en el libro de tu fe él nunca fue así, y la suerte que tienes es que la mayoría de los que te apoyan no lo han leido. Han dejado que tú les digas qué pone, cómo era.

Cuesta respetar eso.

Existiese o no, leyéndolo queda claro que nadie se aparta más de sus actos que tú, y aun así, en su nombre, intentas erigirte en autoridad moral y decirnos como hemos de vivir en armonía.

Tú que vives apartado de ella.

Te llenas la boca de democracia y luego intentas que el Estado obedezca a la Iglesia manipulando el juicio de los que creen en ti.
Convirtiéndote en una fuerza política que se escuda en la fe para defender una visión del mundo cerrada y obsoleta. Para obligar al Estado a defenderla también.

Pensar distinto a ti es atacarte, defender cosas en las que tú no crees es atacarte, no hincar la rodilla a tu paso es atacarte, no obedecer ciegamente es atacarte.

Dices que te atacamos y eres incapaz de ver que sólo nos estamos defendiendo.

Respeto.

Tú no puedes exigir respeto.
Nunca has sabido lo que es.

Tony Domenech
www.tormentasenlamente.org


Par : Tony Domenech



Fuente: Tony Domenech