El pasado sábado 13 de Junio, tuvo lugar en la barriada de S. Cayetano (Valdezorras) de Sevilla, la rotulación de sendas calles con los nombres de dos personas a las que CGT quiere rendir un merecido homenaje.

El pasado sábado 13 de Junio, tuvo lugar en la barriada de S. Cayetano (Valdezorras) de Sevilla, la rotulación de sendas calles con los nombres de dos personas a las que CGT quiere rendir un merecido homenaje.

Por un lado el anarquista sevillano Melchor Rodríguez García, conocido como ‘el angel rojo’.

Hace más de tres años, que el grupo de trabajo de CGT por la recuperación de la Memoria Histórica , con la colaboración de entidades, asociaciones memorialistas y cientos de ciudadanos avalaron la propuesta de esta rotulación, que fue aprobada por el Ayuntamiento en Octubre de 2008 (falta que lo haga Madrid).

Ahora tomamos la iniciativa de la rotulación (pegar los azulejos), ante el retraso de la propia Corporación Municipal.

La calle está situada en la Verea de San Cayetano, junto a Valdezorras (barrio directamente relacionado con los “trabajo forzados” de los presos políticos del franquismo que construyeron el Canal de los Presos). Un buen lugar para él, que siempre estuvo vinculado a las cárceles : la mayoría de las ocasiones como preso, durante la monarquía de Alfonso XIII, la Republica y la Dictadura, pero también como responsable político de esas mismas cárceles en el gobierno republicano de 1936-1937 en el Madrid sitiado por los golpistas.

Se encargó de descorrer las banderas (republicana y anarquista) un nieto de Melchor, invitado al homenaje.

El otro compañero homenajeado, fue nuestro querido amigo José María Sánchez Estevez, trabajador y militante sindical en Telefónica de Sevilla y activista de diversos movimientos sociales, que fallecía en octubre de 2005 y para el que una recogida popular de firmas solicitó el nombre de una calle de la ciudad.

Desde su actividad sindical, pasando por su incansable militancia en contra de la globalización empobrecedora de los pueblos, en la lucha por la defensa de los derechos de los más débiles, su implicación en Nodo50, hasta sus últimos momentos dedicados a la organización de enfermos de esclerosis, José Mari, discreto, pero en primera fila, es el mejor referente de abnegación y entrega para los que tuvimos la inmensa suerte de conocerlo. Su entrega, su alegría y su convicción hacían que todo pareciera más claro, más fácilmente conseguible.

Su cuerpo lo donó a la ciencia. Su muerte, como todos los actos de su existencia, un servicio por conseguir el bien de todos.

José Mari no quería ser motivo de ningún ritual de despedida. Por abrumadora mayoría lo hemos desobedecido. Quienes sentimos como propios el legado, los principios, los valores de nuestro compañero y amigo pensamos que es bueno y necesario que, en medio de tanto culto al consumo, al individualismo y a la insolidaridad, sean reconocidos los verdaderos valores de los seres humanos. No es sólo un reconocimiento hacia su persona, sino al de tantas otras luchadoras anónimas que dedicaron una parte importante de sus vidas a luchar contra las injusticias y por la defensa del bien común.

Frente al mantenimiento aún de tantas calles con nombres de personajes siniestros, dar su nombre a un espacio público de Sevilla es aportar dignidad a la ciudad. Es reafirmar la bondad de sus actitudes como un referente para toda la ciudadanía.

Su familia, compañer@s y amig@s sabemos que él lo entendería…

Nota :

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Fuente: SS Telefónica CGT Sevilla