Deseos de Octavio Alberola ante el 2018

A través de esta adaptación ontológica de un texto gramciano sobre esta fecha, yo deseo para todos/as «nosotros/as» que cada mañana sea un nuevo año sin ninguna relación con la cronología de la historia cristiana u otra; pues cada mañana, al despertarme aún bajo la misma bóveda celeste, tengo la impresión día tras día de ser el comienzo de un nuevo año.

A través de esta adaptación ontológica de un texto gramciano sobre esta fecha, yo deseo para todos/as «nosotros/as» que cada mañana sea un nuevo año sin ninguna relación con la cronología de la historia cristiana u otra; pues cada mañana, al despertarme aún bajo la misma bóveda celeste, tengo la impresión día tras día de ser el comienzo de un nuevo año.

Esta es la razón por la que encuentro soez lo del «Año Nuevo» a fecha fija y para hacer de la vida y del espíritu humano una empresa comercial, con sus entradas y salidas en buena y debida forma, con su balance y su presupuesto para el próximo ejercicio, además de los ridículos rituales de los discursos de fin de año de los Reyes o Présidentes de turno.

He aquí por qué detesto ontológicamente el «Año Nuevo» y quiero que cada mañana sea para todo/as «nosotros/as» un nuevo año, para poder escoger nosotros/as mismos/as las pausas y los reposos. Para poder por fin liberarnos de tener que hacerlo los días de júbilo a los ritmos colectivos obligados.

Así pues y dado que 2018 ya ha comenzado esta mañana, comencemos por hacer la pausa y reposarnos hasta cansarnos de hacer lo que decidamos nosotros/as mismos/as contra el sistema de la Religión, el Capital y el Estado que nos está llevando al abismo.

Como se decía en tiempos pasados

Salud y RS

Octavio


Fuente: Octavio Alberola