El Tribunal Superior de Botsuana ha escuchado como representantes del Gobierno expulsaron a un hombre moribundo de su hogar en la Reserva de Caza del Kalahari Central, para después regresar y decirle a sus hijos que no verían a su padre si no aceptaban ser reasentados.

El Tribunal Superior de Botsuana ha escuchado como representantes del Gobierno expulsaron a un hombre moribundo de su hogar en la Reserva de Caza del Kalahari Central, para después regresar y decirle a sus hijos que no verían a su padre si no aceptaban ser reasentados.

Mogetse Kaboikanyo murió tan sólo cuatro meses después de ser expulsado. Su viuda dijo a Survival en el campo de reasentamiento de Nueva Xade : «Esta tierra mató a mi marido.»
Ya enfermo, Mogetse Kaboikanyo, de la comunidad de Kikao, fue trasladado a Nueva Xade en febrero de 2002. Sus hijos se quedaron en la comunidad. Su hijo Losolobe Mogetse contó al tribunal cómo había discutido con un representante del Gobierno que llegó allí para expulsarle, pero al final abandonó Kikao debido a su preocupación por su padre : «Dijo que no podríamos ir a ver a nuestro padre si no consentíamos en ser trasladados. Dijimos que no podíamos trasladarnos en su ausenciaŠ Al final me rendí, accedí y fuimos con él.»

Tras años de lucha para permanecer en su tierra, Mogetse tuvo que ser enterrado en Nueva Xade, lejos de las tumbas de su ancestros, ya que los representantes del Gobierno se negaron a permitir a Losolobe y a sus hermanos regresar con su cuerpo a Kikao. Él había dicho repetidas veces que quería morir en su tierra. Antes de las expulsiones, Mogetse dijo a Survival : «Estas cosas nos las hacen porque somos bosquimanosŠ El Gobierno de Botsuana se llama a sí mismo una democracia. Pero aquí no lo es. Se nos oprime hasta la muerte, y pronto no quedará nadie.» Si quieres leer su testimonio completo, escribe por favor a la dirección am@survival.es

El caso por el cual 220 bosquimanos están llevando a juicio al Gobierno de Botswana continúa. Los bosquimanos quieren poder regresar a su tierra y vivir allí sin miedo a futuras expulsiones, así como cazar y recolectar libremente.