A partir de las 6 de la mañana de hoy, jueves 7 de enero, ha cesado toda actividad en la fábrica de cajas de cambio que el grupo VW tiene en el Prat de Llobregat.

Después de dos reuniones de mediación ante la Inspección de Trabajo los días 4 y 5 de enero no ha sido posible desatascar el conflicto que la empresa ha provocado al anunciar 50 traslados forzosos de esta planta a la de Martorell.

Después de dos reuniones de mediación ante la Inspección de Trabajo los días 4 y 5 de enero no ha sido posible desatascar el conflicto que la empresa ha provocado al anunciar 50 traslados forzosos de esta planta a la de Martorell.

La representación de los trabajadores ha desmontado los argumentos de la empresa, que alega como excusa un excedente de plantilla. En SEAT Componentes (antigua Gearbox) se trabaja todos los fines de semana para llegar a la producción que se ha de realizar de lunes a viernes, generándose así una acumulación de horas pendientes de disfrute que en estos momentos supera las 130.000. De esta forma no se dan los días de descanso pertinentes, incumpliéndose así de manera constante y alevosa algunos de los artículos del convenio a lo que a jornada laboral se refiere. A su vez, y de forma paradójica e inexplicable, se produce una situación de incesante reducción de plantilla en el taller.

Por otro lado, es evidente una carencia de personal en la fábrica de Martorell para seguir produciendo con normalidad, dado el aumento de previsiones de ventas en los próximos meses. Pero despedir a 200 trabajadores de ETT para no realizarles contrato fijo de SEAT en los términos que marca la ley, e intentar suplirlos con los 50 desplazados de SEAT Componentes delata una política laboral del todo irregular e inaceptable. Esta vulneración de los derechos laborales de los trabajadores, el incumplimiento de la ley y las mentiras de la dirección de SEAT Componentes desencadenaron el día 22 de diciembre el anuncio de la huelga indefinida.

Desde hace años, la política del grupo VW en el estado español ha sido la de obtener el mayor beneficio con el mínimo coste a base de vulnerar una y otra vez los derechos de los trabajadores. Esto no es más que otro ejemplo de cómo la multinacional ofrece una cara amable ante la opinión pública y otra agresiva y despiadada ante la plantilla. Tras el escándalo sufrido tras el descubrimiento del fraude de los motores diésel, el grupo VW en España insiste en la mentira y el engaño forzando unas políticas antisociales, y beneficiándose además de cuantiosas ayudas públicas que solo revierten en la sociedad alemana, dejando a sus trabajadores españoles en situaciones laborales precarias.

Así pues, tras el fracaso de la mediación, la CGT se va a mantener firme con la huelga en defensa de los derechos de los trabajadores y en contra de los abusos y actuaciones al margen de la ley del grupo VW.


Fuente: CGT -Barcelona