Seis responsables de tres empresas agrícolas de Murcia y Almería han sido detenidos en el marco de una operación policial que ha conseguido desarticular un importante entramado empresarial de explotación laboral en el sur del levante español. Los trabajadores desarrollaban su trabajo sin contrato ni alta en la Seguridad Social. Además, uno de los encargados de las empresas intervenidas ha sido acusado de abusos sexuales sobre algunas de sus empleadas, a las que exigía favores sexuales a cambio de trabajar.

Seis responsables de tres empresas agrícolas de Murcia y Almería han sido detenidos en el marco de una operación policial que ha conseguido desarticular un importante entramado empresarial de explotación laboral en el sur del levante español. Los trabajadores desarrollaban su trabajo sin contrato ni alta en la Seguridad Social. Además, uno de los encargados de las empresas intervenidas ha sido acusado de abusos sexuales sobre algunas de sus empleadas, a las que exigía favores sexuales a cambio de trabajar.

Los hechos se iniciaron cuando agentes de la Guardia Civil de Murcia contactaron con el Centro Integral de Trabajadores Extranjeros (CITE) del sindicato Comisiones Obreras de Lorca, que denunció al encargado de una de las empresas intervenidas, de origen magrebí, como supuesto autor de un delito continuado de abusos sexuales sobre varias empleadas, a las que exigía favores sexuales a cambio de permitirles seguir trabajando.

Al profundizarse en la investigación de las empresas para las que trabajaba el detenido, se determinó que se estaban dando casos de explotación laboral en ellas. A continuación se procedió a la intervención de las empresas Agrícola La Hermita 32 S. L. y Frumed, encargadas de la explotación de un almacén de manipulación hortofrutícola en Purias-Lorca. En ellas casi ningún empleado tenía contrato ni alta en la Seguridad Social. Tras la inspección se detuvo a cuatro personas.

La operación policial se extendió después a Huércal-Overa (Almería), donde la empresa agrícola Cultivos Intensivos del Sur, con sede social en Pulpí, disponía de una cuadrilla de trabajadores magrebíes, también sin contrato ni alta en la Seguridad Social. Los operarios realizaban labores de plantación de lechuga, para después ser trasladada hasta la empresa lorquina Agrícola La Hermita 32, que era la encargada de su manipulación y venta.

Las investigaciones también determinaron que esta empresa desplazaba diariamente a decenas de trabajadores en las mismas condiciones hasta Alhama de Murcia y Mazarrón. Los agentes detuvieron entonces al responsable de dicha empresa almeriense.

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Fuente: diariodesevilla