El consistorio rodará un documental con los viejos reclusos políticos de Ranilla.

El consistorio rodará un documental con los viejos reclusos políticos de Ranilla.

El consistorio rodará un documental con los viejos reclusos políticos de Ranilla.

ELCORREO DE ANDALUClA D. Cela / 04.01.2007

La cárcel de la Ranilla no será otro Auschwitz. No se convertirá en símbolo de la represión franquista y será demolida este mes. El consistorio guardará su memoria en un documental. Tiene 2 semanas para grabar la cárcel y encontrar a los protagonistas : los supervivientes de 50.000 expedientes presos.

En los primeros meses de la Guerra Civil del 36, la cárcel de la Ranilla, en Nervión, pasó de 300 a 3.000 presos. Sólo tenía capacidad para 500, de modo que las fuerzas fascistas sublevadas contra la República que habían tomado Sevilla habilitaron campos de concentración, un barco anclado en la dársena y varios cines del centro. «Apilaron a los presos políticos en el cine Florida, el Jáuregui (después Rialto), el Lumbreras o el Pathé. Encarcelaron a los que estaban con el régimen legal, por eso no cabían en los calabozos», dice uno de los investigadores de los archivos, José Luis Gutiérrez.

Hasta que fue cerrada a finales de los noventa, la Ranilla acumuló más de 50.000 expedientes, la mayoría fueron represaliados políticos. Muchos nombres desaparecieron. Constaba la hora a la que la fuerza pública los sacaba -lo que los propios presos llamaban «las sacas»- y nada más se sabía de ellos. Fueron fusilados o murieron en los 40 en sus celdas, por hambre, por humedad, por frío o falta de atención médica. EJ archivo empezó a hacerse en los ochenta. Instituciones Penitenciarias encargó el trabajo de documentación a los reclusos insumisos que tardaron años en mecanografiar y ordenar todos los expedientes por apellido, nombre y año de ingreso.

El consistorio, por iniciativa del delegado del distrito Nervión, Gonzalo Crespo, y varios investigadores buscan ahora a los supervivientes para que participen del documental que pretenden empezar a rodar la semana que viene. La cárcel será demolida en un par de semanas y en su lugar alzarán la nueva jefatura de Policía Local, un parque, un centro cívico y varias viviendas. Sólo quedará la entrada y dos pequeños edificios laterales, uno albergará un museo de recuerdo y otro un archivo en el que pretenden dejar el último documento audiovisual de la Ranilla. «Cuando el edificio sea transferido al consistorio, pelearemos para que los archivos los dejen aquí y no los traspasen al Archivo Histórico Provincial», explica Gutiérrez.

«Los expedientes carcelarios deberían complementarse con el archivo militar», dice otro de los investigadores del proyecto, José María García, «eso destaparía los consejos de guerra que se hicieron en aquellos años». Pero anular los juicios sumarísimos del franquismo contra los presos políticos no es tan sencillo. La recién aprobada Ley de la Memoria Histórica prefirió olvidarse de ese mal recuerdo.

Los ex presos políticos de Ranilla pueden contactar con el proyecto en spcgta@cgt.es.


Fuente: Cecilio Gordillo