La jueza estima que el despido fue una represalia por la actividad sindical que la trabajadora, junto a otras compañeras, venía realizando desde hacía meses para protestar por sus condiciones laborales

El Juzgado de lo Social número 6 de Sevilla ha dictado sentencia tras la denuncia interpuesta por una delegada de CGT que había sido despedida en verano de 2016 por la empresa ‘Sherco al detalle S.L.’.

El Juzgado de lo Social número 6 de Sevilla ha dictado sentencia tras la denuncia interpuesta por una delegada de CGT que había sido despedida en verano de 2016 por la empresa ‘Sherco al detalle S.L.’.

Valle Castilla prestaba sus servicios como camarera de piso en el Hotel NH Plaza de Armas de Sevilla contratada por la citada empresa desde marzo de 2013, trabajo por el que venía recibiendo un salario diario de 46’99 euros. Junto a varias compañeras también afiliadas a CGT, venían realizando reclamaciones en las que informaban de sus condiciones laborales. Esta actividad no gustó a la empresa que terminó adoptando medidas contra Valle comunicándole su despido a través de un burofax en julio de 2016.

‘Sherco al detalle S.L.’ justificó este despido alegando una disminución voluntaria y continuada del rendimiento de la trabajadora, siendo esto una infracción muy grave y por lo tanto, motivo de un despido disciplinario.

Ahora, la jueza Lorena Cañete ha declarado nulo el despido de esta compañera de CGT por considerar que se trató de una clara represalia de la empresa hacia la trabajadora por su actividad sindical. Del mismo modo, condena a ‘Sherco al detalle S.L’ a readmitir a Valle Castilla en las mismas condiciones anteriores al despido, con abono de los salarios dejados de percibir y a una multa de 2.000 euros que deberá pagar a la trabajadora en concepto de indemnización por daños y prejuicios.

Además, en dicha sentencia refleja que ha quedado demostrado que ninguno de los hechos que se recogen en la carta de despido mandada a la delegada de CGT son ciertos, puesto que jamás hubo quejas por parte de los clientes del servicio prestado por Valle Castilla como camarera de piso.

Una vez más se consigue hacer justicia ante la soberbia de grandes empresas que anteponen sus beneficios a la salud y bienestar de sus empleadas y a las que no dudan en castigar si deciden levantar la voz para mejorar sus condiciones laborales.

Macarena Amores García

Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT