OLALLA CERNUDA/CÉSAR PRESTO
BURGOS.- Los vecinos vieron mucho humo y llamaron a los bomberos. Nadie sospechaba que en el local que albergan los bajos de su edificio, en Burgos, acababan de morir siete trabajadores -un octavo está en situación muy crítica- de una media de 30 años. Otros cuatro han resultado heridos muy graves como consecuencia de la deflagración de combustible. En este local, la empresa constructora Arranz Acinas almacenaba maquinaria y el correspondiente combustible, y la usaba como vestuario.

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    OLALLA CERNUDA/CÉSAR PRESTO

    BURGOS.- Los vecinos vieron mucho humo y llamaron a los bomberos. Nadie sospechaba que en el local que albergan los bajos de su edificio, en Burgos, acababan de morir siete trabajadores -un octavo está en situación muy crítica- de una media de 30 años. Otros cuatro han resultado heridos muy graves como consecuencia de la deflagración de combustible. En este local, la empresa constructora Arranz Acinas almacenaba maquinaria y el correspondiente combustible, y la usaba como vestuario.

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    Los fallecidos son Alejandro Scarpellini Bernard, Rubén Vallejo Alonso, José Luis Bustillo Nava, Benjamín Tejido Ramos, Rodrígo Pérez Juez, Angel García Marín y Benjamín Santamaría Pérez. Los heridos fueron trasladados al hospital General Yagüe de Burgos.

    El local está ubicado en el número 2 de la calle Sauce, esquina Enebro, en el barrio burgalés de Gamonal. El edificio al que pertenece el local está negro y huele a quemado. Todas las ventanas están abiertas. Su estructura, sin embargo, no resultó dañada. Se trata de un edificio que construyó Arranz Acinas y del que la empresa se quedó uno de los bajos que usa como almacén.

    Los hechos se produjeron poco antes de las 8.30 horas, cuando los operarios se estaban cambiando de ropa para empezar a trabajar en la construcción del carriL-bici de la ciudad.

    Las posibles causas

    Al parecer, el fuego se originó junto a la puerta del local, cerca de un plástico pegado a la pared. Las personas que estaban dentro huyeron hacia el fondo.

    El jefe del operativo del Servicio Municipal de Incendios, Rafael Sánchez, confirmó que los fallecidos murieron por inhalación de humo de gasolina y poliuretano, una sustancia de alta toxicidad al arder.

    Rafael Sánchez explicó que cuando los bomberos entraron en este local, que estaba cerrado, vieron tendidos en el suelo y alejados de la puerta los cuerpos.

    Acto seguido, y según relató Sánchez, los bomberos intentaron reanimar a los trabajadores que se encontraban inconscientes. De hecho, consiguieron reanimar a uno de ellos, que finalmente perdió la vida.

    Aunque los hechos concretos que han causado la deflagración en este vestuario se desconocen por el momento, los bomberos consideran que todo apunta a que el incendio se produjo por una chispa que entró en contacto con el líquido inflamable de una garrafa.

    Entonces, se habría producido la deflagración, seguida de una onda expansiva de temperatura muy elevada.

    El encargado, a salvo

    Una de las vecinas abrió la ventana de su casa, como todos los días, y vio mucho humo. Enseguida, llamó a los bomberos y avisó a los otros vecinos, que comenzaron a dirigirse a la calle en bata y pijama.

    Una de ellas, Luisa, dijo que el humo cada vez se hacía más denso y más negro.

    En cuanto llegaron al portal, se encontraron con un hombre, que resultó ser el encargado de la obra, que les advertía de que no entraran porque en el local había productos que podían explotar. A la vez, sin embargo, decía que sus compañeros estaban dentro.

    Los vecinos cogieron los extintores de la escalera -aunque ya no había llamas en el local-. Alberto, del 4º A, y el encargado, consiguieron sacar del infierno a dos personas vivas, aunque heridas muy graves.

    Poco después, llegaron los bomberos, que accedieron al local con mascarilla, y se enfrentaron con la tragedia.

    Los efectivos no eran muchos, acudían a una llamada de incendio que no parecía muy grave. Por tanto, sumaban seis bomberos, dos conductores y dos mandos.

    Poco después, se formó la fila del horror : siete muertos. Otros cinco obreros fueron recogidos por las ambulancias.