(La lucha es para fortalecernos y avanzar) 

Vayamos, tenemos que ir por partes, por etapas: primero tener las fuerzas, después, cuando sean suficientes, enfrentarnos al enemigo, incluso frontalmente. Pero mientras, y para hacernos fuertes, los enfrentamientos deberían ser de tal forma que nos aportarán eso, fortaleza, y no que nos las quitara. Y hay enfrentamientos nefastos y contraproducentes, que nos dañan, que nos debilitan, nos estigmatizan, nos marginan... Éstos tendríamos que evitarlos. Los, en otrora, movimientos de liberación, ya finiquitados, lo saben muy bien. Muchas de las acciones, por muy revolucionarias que se proclamen, llevan al fracaso, al dolor y a la desactivación. Fortalecernos es potenciar la conciencia, potenciar tanto su fundamentación como su crecimiento. ¿Qué podemos hacer para que crezca la cuantía de personas concienciadas? ¿Qué actuaciones las aleja y reduce? 

¿Por qué, con tantos siglos ya, la emancipación de la humanidad avanza tan poco? A veces, incluso retrocede.

¿Por qué, con tantos siglos ya, la emancipación de la humanidad avanza tan poco? A veces, incluso retrocede. Aunque el objetivo sea cambiar el sistema por uno que libere a las personas, hoy, en que reina la alienación (¿cuántos millones votan al ppsoe y otros?), donde la conciencia real, no ya el cabreo o lo impulsivo, es mínima (por tanto maleable, manipulable…), y que aquellos pocos que la tienen, les faltan las maneras de extenderlas y ampliarlas, de unirlas y hacerlas confluir en un proyecto compartido; en éstos momentos la lucha debiera centrarse en forjar esa conciencia. Los robos, el cabreo, etc. puede impulsarla, pero no nos debería llevar a confundirnos, ni a ver espejismos, ni a incentivar vías que nos llevan por el camino equivocado. La Historia nos muestra que tenemos que cambiar y mejorar, y no seguir insistiendo en cometer los mismos errores de pelear contra los mismos escudos y señuelos como los toros: menos bravura y más… 

Hay tantas materias de lucha como las que la vida contiene, pero la fundamental, la que aporta el basamento para una construcción emancipadora, para avanzar, es la de la conciencia, tomar conciencia, es decir, hacernos con los criterios que nos posibiliten ver la realidad, que nos muestren el mundo en que vivimos tal como es, lo que somos y cómo nos tienen, y que nos ayude a trabajarnos caminos certeros para liberarnos. En consecuencia, la conciencia es activa. Los otros campos tienen su virtualidad, pero nos serán útiles o contraproducentes en la medida que amplié y extienda esa toma de conciencia o sus contrarios: determinados “frontalismos” sólo criminalizan la lucha y crean barreras para la entrada de otros ciudadanos a los que aparta, crean costes humanos y, peor, sin beneficios reales, nos aísla, debilita y nos hace retroceder… Ésos, pueden ser ingeniería de los cuerpos de inteligencia y represión. Son siglos los que nos lo muestran … Quede claro que sin una confluencia de una mayoría con conciencia emancipadora, nada o poco bueno podemos avanzar. Así, hoy, la lucha hay que centrarla en forjar esa conciencia (no confundir con…) y en extenderla y conseguir que sea mayoritaria: ¿Sin esa mayoría podemos conseguir lo que pretendemos? 

Más que apuntar aquello que nos hace ser conscientes (donde al papel destacado de determinados criterios de análisis del marxismo y las maneras de hacer del anarquismo, hay que añadir los criterios de verdad, el sentido de la meditación budista y el de su “aquí, ahora y en esto”, así como la “lectura a través de los sentidos” y la práctica), subrayar ahora el segundo aspecto de la frase en negrita anterior: el de llegar a las personas, el de conectar y transmitir y extender los elementos de conciencia, el de comunicar las herramientas que lo hagan posible. Subrayado para destacar el desierto absoluto de medios de comunicación con el que podamos llegar y aportar a las personas los instrumentos para que despierten y trabajen su conciencia. Es de una claridad deslumbradora que, en plena era de la comunicación, y con todos sus múltiples canales y proliferación de medios, no haya ninguno que transmita esas herramientas de emancipación: todos están en la creación de zombis del mantenimiento del sistema. Hablo de medios de alcance mayoritario. Y son muchos, y durante todo el tiempo. Y no sólo de información en sentido estricto o conceptual, también trasmiten informaciones sensoriales, emocionales… Conforman al ser humano. Con tantas cabezas así conectadas, ¿la alienación aumenta o decrece? Y si esas informaciones conforman a la persona, ya no es sólo que alienen, crean zombis. 

Si queremos avanzar en la lucha, tenemos que centrarnos en hacer por llegar, conectar con la mayoría (aquí la creación de los instrumentos para ello: medios, webs, redes interconectadas con lista de links, y con un foco o punto de encuentro autogestionado por esos mismos medios, que a la vez que redistribuya, sirva de faro guía), y en comunicarle criterios, valores, modos y herramientas de emancipación. Hoy, aquí, eso es lo primordial: a) la construcción de esos medios, de esa red; b) de esa información, de esos valores; c) de ir, de llegar, de comunicar, de conectar con la gente. Mañana… Y eso no lo podremos conseguir sólo con los de nuestro palo. 

Construir esos medios de comunicación con todos (desde escuelas e instituciones de enseñanza, ateneos, TV’s, radios, prensa, webs, videos, videojuegos, teatro… a la vida en su integridad; con cooperativas de enseñanza, de medios, de…), hacernos con la información que forje la emancipación, y comunicarla. Hoy, en plena revolución informacional, donde la gente está, como se ha dicho, conectada permanentemente a surtidores de virus nocivos y alienantes (dejemos de mirarnos en nuestro espejo y veamos lo que hay), y durante toda su vida, ¿qué pueden tener en la cabeza? ¿qué pueden desear? ¿qué harán? Alguien se extraña de que a la presentación de Neymar acudieran más de 50.000 personas y que los medios de comunicación del control social (mccs ó de masas: mccm) nos lo presentaran como positivo, un gran logro. ¡Claro!, un gran éxito en la conformación, en el control de la masa. Hacernos con los medios y con la información, hoy, en la era de la información, es esencial, sine qua nom. En ésto debe estar la lucha primera. Pero, ojo, no sólo hacernos con esos medios de transmisión de la información, también con los medios materiales y de organización para trabajar la conciencia y ponerla en práctica. 

Tenemos que abrir nuevas vías. Hoy, esa lucha no se puede ceñir al mundo del trabajo, y no sólo porque la realidad obrera sea distinta a la del s. XIX, también porque ha de ser integral. Las clausulas en las hipotecas, los productos financieros híbridos, las estafas, los abusos de las compañías sobre los consumidores está generalizado y al orden del día, etc. Son las estafas en masa, y nos muestran la trascendencia del consumo (la “explotación” no sólo está en la producción, también en el gasto, y en…) y la indefensión: ¿cómo es posible que éste no se haya hecho con organizaciones ni instrumentos de defensa de los consumidores? Se vuelve a ver el papel que juega el Estado y sus administraciones. ¿Qué tendría mayor impacto sobre una multinacional textil, una huelga de sus trabajadores o un boicot efectivo de los consumidores por explotar a menores? ¿Y si ambos, trabajadores y consumidores, estuvieran coordinados y fueran a lo mismo? Frente a la propiedad pública y la propiedad privada, ambas coadyuvantes para lo mismo, hay que potenciar la propiedad cooperativa, hoy ya imprescindible (las cooperativas de consumo debieran abrirse y responder al tema anterior). Cooperativas como personas jurídicas y como principio de funcionamiento en todos los aspectos posibles. También plasmarla en la comunicación y en los distintos medios y posibilidades apuntadas en el párrafo anterior. En éste sentido, internet la tenemos muy desaprovechada, descoordinada y dispersa: una red temática como N-1 pero mejor estructurada y gestionada como red temática que todos conociéramos; una web como Nodo50 como faro, también temático, al que estén conectadas y remitan todas las webs libertarias, marxistas y de izquierda real, y desde donde se reenvíen y se distribuya hacia todas ellas.

Tomar consciencia de esa realidad integral, poner el foco en ello, en organizarnos y trabajar en esos y otros ámbitos es mucho, muchísimo más determinante que enfrentarnos siempre y sólo a los “meros” escudos (siempre los mismos) y barreras, o quemar contenedores o destrozar lo que repondrán con nuestros impuestos, y que utilizarán para mostrarnos y crear la percepción en la ciudadanía de ser meros gamberros. Ante fuerzas tan y tan dispares, el débil ha de usar otras vías, las que nos potencien y den fuerzas. Y para organizarnos y trabajar aquéllos ámbitos, (a) lo primero es la consciencia; y para ser conscientes (b) se precisa de criterios y herramientas (información) cuya implementación nos muestre la realidad; y para que la mayoría disponga de esas herramientas, (c) tenemos que hacernos con los medios (aquéllas redes con su faro arriba apuntadas) para llegar a ella y comunicárselas. La información es lo que atraviesa, traspasa, circula por todos esos ámbitos y, además, es la que los conforma, los hace. Esencial. Información en sentido amplio: conceptual, pero también sensorial y emocional (multimedia). Tenemos que hacernos (insisto) con (a) la información emancipadora (y estamos muy contaminados), y con (b) los medios para comunicarla y con (c) las conexiones que alcance y llegue a la mayoría. Hay que (d) abrir nuevas áreas de lucha más allá de lo sindical, tenemos que (e) hacernos con las herramientas y las organizaciones donde poner en práctica esa conciencia emancipadora que, frente a la pasividad receptora, active a la sociedad en todos sus ámbitos. Eso podemos conseguirlo con un trabajo con fundamento y que nos haga creíbles. Con internet, si somos capaces de establecer esas redes, esas interconexiones entre webs amigas, con aquél faro que dé más visibilidad, podemos construir una primera palanca para tener un alcance que llegue a la mayoría. 

Se ha comentado lo que se entiende por fortalecernos y por toma de consciencia. También se ha razonado la trascendencia decisiva de enfocarnos y ponernos a trabajar en ello. Ante tantas informaciones, tantas multiconexiones y durante tanto tiempo y por todos los sentidos (cantidad, velocidad y no discriminación de la información), por un lado y, por otro, la cantidad de señuelos, zanahorias, banderas… alienaciones, informaciones paja, infectadas… que los poderes nos ponen ante los ojos, la frente y los corazones, el apartarnos de lo que nos interesa, llevarnos al exprimidero, está hecho, y la dispersión, conseguida. Por eso insistir en lo estratégico, en lo vital que es centrarnos en construir aquella red si queremos conseguir lo señalado en las letras, de la a) a la e), y…

Cristobal Cardenas


Fuente: Cristobal Cardenas