Al grito de "Gallardón privatizador"
Decidieron llevar sus protestas por la privatización de los polideportivos municipales a una presentación sobre Madrid 2016 que tenía el alcalde. Él mismo medió para que le dejaran seguir.
Al grito de «Gallardón privatizador»

Decidieron llevar sus protestas por la privatización de los polideportivos municipales a una presentación sobre Madrid 2016 que tenía el alcalde. Él mismo medió para que le dejaran seguir.

No se imaginaba Alberto Ruiz-Gallardón que la presentación de la candidatura Madrid 2016 a los Juegos Olímpicos en un polideportivo de Arganzuela iba a ser tan accidentada. Al grito de «Gallardón privatizador» casi un centenar de sindicalistas municipales de CGT, CCOO y UGT han intentado reventarle el acto.

Los hechos se produjeron sobre las once de la mañana. Junto a Ruiz-Gallardón se encontraban el vicealcalde, Manuel Cobo ; y la delegada de Madrid´16, Mercedes Coghen. Cuando iba a comenzar el acto, irrumpiero en escena desde la grada los representantes de los trabajadores. Varios de ellos iban disfrazados de ratones. Protestaban al gritdo de «No a las privatizaciones de los polideportivos municipales».

Cobo fue el primero en intentar poner orden. Tomó la palabra y se comprometió a que él mismo y el alcalde hablarían con ellos tras la presentación. Al oír aquello, los manifestantes decidieron permanecer callados durante los 40 minutos que duraron las intervenciones. Pero la bronca se reanudó cuando se acabaron los discursos y se sirvió un tentempié : «Estos canapés los pagamos todos», bociferaban.

Poteriormente Ruiz-Gallardón se reunió con ellos en una sala durante unos diez minutos y les emplazó para un nuevo encuentro dentro de dos semanas. Pero sólo con CCOO y UGT, y dejó fuera a los representantes de CGT, el mayoritario en los polideportivos. Lo que provocó tensiones entre los sindicalistas de unos y otro.

Los trabajadores municipales exigen la gestión pública y directa de los servicios municipales. Concretamente este viernes, la de los polideportivos, ya que dejar la gestión en manos privadas supone una rebaja en la calidad del servicio y precariedad laboral para los trabajadores. E incluso despidos, aunque el alcalde les garantizó en su breve reunión que no los habrá.


Fuente: El Semanal Digital