El anuncio de cierre de TRW en Burgos es "espejo" de lo que permite la vigente Constitución Española, más allá de la noticia del día 16.

El anuncio de cierre de TRW en Burgos es «espejo» de lo que permite la vigente Constitución Española, más allá de la noticia del día 16.

La vigente Constitución Española, del mismo modo que la Constitución de cualquiera de los 25 Estados de la Unión Europea, o la Constitución de cualquier Estado, o la Constitución de cualquier pueblo que se constituye en Estado incluso en otro mundo posible, permite ya de hecho y de derecho el cierre de TRW en Burgos. El Tratado de Constitución Europea que regirá en 2007 no es el actual causante de las actuales desgracias, explotaciones humanas e injusticias, ni lo impedirá cuando rija en 2007.

La vigente Constitución Española está a favor de la libre circulación de capitales, deja anchas puertas a la dislocación de empresas y no considera ciudadanos españoles a los inmigrantes (la igualdad se predica para los españoles).

Si hemos descubierto que esa constitución europea futura no nos librará de tales males, no podemos ignorar que tampoco lo están impidiendo las constituciones estatales vigentes más cercanas, y así avanzar en el análisis y la convicción de que ninguna de esas constituciones son salvaguarda de los trabajadores ni de las personas que integramos nuestros pueblos.

Por eso, los trabajadores conscientes y muchos afiliados de CGT tenemos claro que no podemos entrar en el juego, que es una trampa que nos tienden, de legitimar ninguna constitución de ningún Estado ni de ningún conjunto de Estados. La participación de los trabajadores en el referemdum español del día 20 supone dar legitimidad, aunque sea con el NO o con el voto en blanco, a esos instrumentos que manejan los poderes a través de los políticos para mantenernos explotados, oprimidos, divididos soportando las injusticias y la falta de libertad. El ámbito de organización y de participación de los trabajadores y de toda persona de buena voluntad es otro : avancemos por él, valiéndonos de nuestra propia capacidad de razonamiento y reflexión, sin caer en los discursos mendaces y falaces.

Isaías Santos Gullón.


Par : Isaías Santos Gullón