El compromiso con el tren tanto del gobierno central como de la Junta de Castilla y León es menos que nulo. Ni siquiera se plantean dejarnos como estamos, tan bajo mínimos que cuando hay una huelga ferroviaria apenas quitan trenes.

La mayoría del PP en las Cortes de Castilla y León rechazaron el miércoles pasado que la Junta asumiera los servicios que quiere eliminar el gobierno central. Estamos hablando de el nada despreciable 30% de los actuales servicios ferroviarios en Castilla y León; hasta 111 trenes regionales afectados en Valladolid. Eliminación de frecuencias o tramos bajo el argumento de baja ocupación, ¿qué se puede esperar de una región con un índice de población de los más bajos de Europa?

La mayoría del PP en las Cortes de Castilla y León rechazaron el miércoles pasado que la Junta asumiera los servicios que quiere eliminar el gobierno central. Estamos hablando de el nada despreciable 30% de los actuales servicios ferroviarios en Castilla y León; hasta 111 trenes regionales afectados en Valladolid. Eliminación de frecuencias o tramos bajo el argumento de baja ocupación, ¿qué se puede esperar de una región con un índice de población de los más bajos de Europa? Nos hurtan el derecho a utilizar el transporte de viajeros más seguro que hay y nos arrojan a la carretera con un total desprecio a la ciudadanía y la búsqueda de lo mejor, sino todo lo contrario, con argumentos puramente economicistas.

No es de recibo que hablen de la necesidad de racionalizar el gasto para seguidamente decir que el coste real por viajero, en un tren que ya está amortizado por una línea también amortizada, es de 200 ó 300 €. Esto es pura manipulación al servicio de sus intereses, no de la población. Si eso fuera cierto, el coste real en tren de alta velocidad sería de 3.000€ por viajero, en cambio crea expectación de negocio para la empresa privada.

No sólo obvian lo amortizado del servicio, también se olvidan de los costes medioambientales y sociales que se ahorran con el tren. Queda muy bien el discurso, también manipulador, de que no hay eliminación de líneas. Ya ha caído en el olvido la línea de Madrid-Aranda de Duero Burgos, la cual NO está cerrada pero lleva ya varios años sin que circule un tren por ella, los argumentos para dejarla morir fueron los mismos que ahora utilizan para eliminar lo que dejan fuera de las denominadas OSP (Obligaciones de Servicio Público).

Puestos a racionalizar el gasto, por qué no quitar de donde más hay, con ampliar la frecuencia de las cercanías de Madrid de 5 minutos a 7 minutos es suficiente para mantener ese 30% de trenes que nos quieren quitar a Castilla y León. O ¿es que en Castilla y León somos ciudadanía de segunda por ser pocos?

También olvidan la apuesta que manifestó la Junta de Castilla y León, fue noticia el 17 de noviembre de 2010 sobre la movilidad en Valladolid y su entorno y que coincide con algunas de las reivindicaciones de CGT de un núcleo de cercanías entre Palencia y Medina del Campo, y que la Junta lo planteaba a largo plazo, (con pólvora ajena está claro), pero que bien podía implantarse a corto-medio plazo, el trazado existe y sólo es necesario incrementar el material ferroviario para realizar dicho servicio. Esto es lo que atrae viajeros al tren y no la eliminación de frecuencias.

Se adjunta noticia que mencionamos y horarios de trenes afectados.

SFF CGT-Valladolid


Fuente: SFF CGT-Valladolid