El 4 de julio pasado, 300 obreros de la mina de Jbel Aouam, en el Medio Atlas, empezaban un movimiento de huelga para intentar mejorar sus condiciones de trabajo. La dirección de la Compañía minera de Touissit (CMT) rechazaba todo encuentro con los sindicalistas, pero hacía enviar al ejército en sucesivas ocasiones para impedir a los huelguistas paralizar la producción.

El 4 de julio pasado, 300 obreros de la mina de Jbel Aouam, en el Medio Atlas, empezaban un movimiento de huelga para intentar mejorar sus condiciones de trabajo. La dirección de la Compañía minera de Touissit (CMT) rechazaba todo encuentro con los sindicalistas, pero hacía enviar al ejército en sucesivas ocasiones para impedir a los huelguistas paralizar la producción.

La última intervención tuvo lugar en la noche del lunes 10 de septiembre, se detuvo a 29 mineros y hubo numerosos heridos. Al día siguiente, entre 500 y 1.000 personas se reunían delante de la comisaría de Mrirt, luego los manifestantes decidían ir hasta el tribunal de Khenifra, a 30 kilómetros de allí.

Es la primera vez que los mineros descienden a manifestarse en la ciudad tras dos meses de huelga. Las mujeres están desempeñando un papel importante en la movilización después de la intervención de los militares. Varias han sido detenidas, luego puestas en libertad, y han lanzado un llamamiento a la solidaridad en todo el país. Hay que financiar los gastos del procesamiento de los mineros, y también el inicio del curso escolar con centenares de niños de huelguistas que carecen del material escolar y medios de transporte.

Los huelguistas son en su mayoría eventuales, con contrato temporal, asalariados de subcontratas fantasmas de la CMT. Sólo un tercio de los trabajadores está contratado con el estatuto de minero. Oficialmente, los eventuales trabajan al aire libre. En la realidad, para ellos, el descenso en la mina es básicamente un descenso a los infiernos : accidentes laborales frecuentes, ausencia de protección social y equipamientos de seguridad decentes, salarios de miseria, horas suplementarias obligatorias y no pagadas, represión de los sindicalistas. Cuando uno de ellos no sale de la mina, ( media de 4 muertes al año), la sociedad afirma que murió en el exterior y envía algunas decenas de euros a su familia.

Sin embargo, su trabajo produce grandes beneficios. En Jbel Aouam, se extrae mineral de plomo, y también de plata, cinc y, pronto, de oro. La compañía minera está controlada desde hace décadas por capital europeo, en particular, francés. El último propietario hasta la fecha, el grupo Nor-Este, lo cedió recientemente por 38,3 millones de euros a dos fondos financieros, Truffle Capital y Maroccan Infraestructura Fund.

El lunes 17, el tribunal de Khenifra envió a prisión a 5 de los obreros detenidos, los otros 24 fueron puestos en libertad provisional Se les acusa de impedir la libertad de trabajo (artículo 288 del código penal), aunque en la realidad hay parte de la plantilla de los fijos que está trabajando, de rebelión no armada (artículos 300 a 308 del código penal), simplemente por estar acampados cerca de la mina, y de resistencia y ultraje a la autoridad (articulos 263 a 267 del código penal) cuando la policía invadió su campamento a las 4 de la mañana mientras dormían y les despertó a palos y metiéndoles a la fuerza en autobuses requisados para ello.

El próximo día 25, continúa el juicio a los 29 mineros por lo que es necesaria la mayor solidaridad posible.


Fuente: Agustín Acosta