En este mundo al revés donde el Gobernador del Banco de España insiste, en un acto de intrusismo profesional, en reformular las mismas medidas de recorte de derechos del cada vez más pobre estado del bienestar, con especial mención al sistema público de pensiones y a la aplicación de una nueva vuelta de tuerca a los derechos laborales, nos permitimos sugerir tanto al Ministro de Trabajo e Inmigración, como al Secretario de Estado para la Seguridad Social que se ocupen del sector financiero que, tan alegremente, ha abandonado el Gobernador del Banco de España para introducirse, sin permiso, en un jardín que no es el suyo.

En este mundo al revés donde el Gobernador del Banco de España insiste, en un acto de intrusismo profesional, en reformular las mismas medidas de recorte de derechos del cada vez más pobre estado del bienestar, con especial mención al sistema público de pensiones y a la aplicación de una nueva vuelta de tuerca a los derechos laborales, nos permitimos sugerir tanto al Ministro de Trabajo e Inmigración, como al Secretario de Estado para la Seguridad Social que se ocupen del sector financiero que, tan alegremente, ha abandonado el Gobernador del Banco de España para introducirse, sin permiso, en un jardín que no es el suyo.

En este sentido, y con ánimo colaborador, apuntamos algunas medidas que pueden mejorar, ostensiblemente, las cuentas públicas, nuestras cuentas :

  •  Derogación de las leyes fiscales que han eliminado el impuesto de patrimonio, el de sucesiones y aquellas que han permitido rebajar la imposición a las rentas de capital, las especulativas, y no han rebajado un ápice las del trabajo, las productivas. La rebaja al 18 % de las rentas del capital se justificó como una simplificación de ese impuesto, luego elevar el porcentaje al 45% para estas rentas no atenta, en absoluto, a esa necesaria simplificación impositiva.
  •  Límite de hipotecas a 15 años y reducción de las comisiones, intereses y gastos, con el fin de evitar el actual sistema de usura.
  •  Cotización de las plusvalías empresariales y de los beneficios bancarios.
  •  La persecución de la economía sumergida y del dinero negro.
  •  Terminar con los templo donde se esconde el terrorismo fiscal, ellos los llaman “paraísos fiscales”, y reconvertir esos fondos en recursos útiles para alimentar las necesidades sociales.

    Podían ser alguna de las medidas a tomar, seguro que hay más, lo que no podemos permitir, por más tiempo, es que se nos apliquen las medidas de siempre, definidas con nuevas palabras que nos conducen al mismo fin, a que la crisis la paguen los mismos que la padecen para que quienes la han provocado sigan saliendo indemnes, subvencionados por las propias víctimas que solo reciben migajas en forma de contratos en precario que caen de sus manos llenas entre amenazas de trabajar más tiempo y percibir menos pensión.

    Ya vale de provocar miedos paralizantes, ya está bien de padecer el imperio del mercado ; mercado de dinero, mercado de ganado, mercado laboral, definido sin eufemismos : mercado de cosas, mercado de animales, mercado de personas, todo por, para y en el mercado, también los seres humanos. Nuestra postura no puede ser otra : menos mercado y más y mejores valores humanos que solo pueden materializarse en una mayor y más equitativa redistribución de la riqueza.


    Fuente: SOV CGT Salamanca