El conseller de Trabajo e Industria de la Generalitat de Cataluña, Josep Maria Rañé,reconoció que las posiciones de la dirección de la firma automovilística Seat y de los sindicatos en la negociación sobre el excedente de 1.400 trabajadores están "muy alejadas" y pidió tranquilidad para seguir dialogando.

El conseller de Trabajo e Industria de la Generalitat de Cataluña, Josep Maria Rañé,reconoció que las posiciones de la dirección de la firma automovilística Seat y de los sindicatos en la negociación sobre el excedente de 1.400 trabajadores están «muy alejadas» y pidió tranquilidad para seguir dialogando.

En una entrevista concedida a EFE, Rañé aseguró que «hoy por hoy, las posiciones están muy alejadas» y que «el proceso de negociación, que conocemos porque lo hemos ido siguiendo, demuestra que, en estos momentos, las posiciones todavía no permiten aventurar que se vaya a producir un acuerdo».

El conseller ha dejado claro, no obstante, que «la experiencia de la práctica de las negociaciones en Seat, la historia reciente, no nos debe hacer pensar en que por el hecho de que hoy por hoy estén alejados, no haya posibilidades de un acuerdo».

Ante el descenso de la producción en 2005 y las previsiones de 2006, la dirección de Seat ha propuesto una reducción del 10 por ciento de la jornada y el sueldo de la totalidad de la plantilla -unas 16.000 personas- para afrontar el excedente cifrado en 1.400 empleados, algo que rechazan los sindicatos mayoritarios, UGT, CCOO y CGT.

Rañé remarcó que su departamento «seguirá muy de cerca» el proceso negociador y que «tenemos que resistir todos la tentación de hablar en exceso de los problemas de Seat y dejar que sean los representantes de los trabajadores y de la empresa los que avancen en el proceso de negociación». Calificó de «extraño» el que las partes mantengan «sus posiciones iniciales y estén tan distanciadas, a pesar de que llevan un tiempo negociando», lo que puede ser sinónimo, a su juicio, de «un estancamiento momentáneo o una diferencia total».

En este sentido, hizo un llamamiento a que «cada uno asuma la responsabilidad en la gestión del conflicto» y dejó claro, respecto al papel del gobierno catalán, que debe evitar posicionarse » antes de hora porque eso podría reforzar a una de las partes, condicionar el resultado de la negociación y conducir a una mala solución».

El conseller recordó el Exoediente de Regulación de Empleo(ERE) que presentó Seat, en abril del año pasado, que afectaba en un principio a 415 trabajadores de la planta de Martorell (Barcelona) y que finalmente fue retirado, días después, ante el desbloqueo de la negociación del convenio colectivo.

También reiteró que la continuidad de Seat está garantizada, así como las inversiones previstas para aumentar la flexibilidad de los procesos de producción.

El conseller reconoció que mantiene contactos «permanentes» tanto con la dirección de la empresa como con los representantes de los trabajadores «para recibir información de todo el mundo», pero que en estos momentos «es muy difícil que haya un acuerdo si se mantienen las posiciones tan alejadas».

En cuanto a los paros del pasado jueves y la convocatoria de una huelga de 24 horas, en todos los centros de Seat, para la segunda semana de noviembre, dijo que forman parte de la estrategia negociadora de los sindicatos y son «elementos de presión» para «intentar que la otra parte se mueva».

Rañé prometió que su departamento ejercerá un «papel activo» si la dirección y los sindicatos no alcanzan un acuerdo y que, mientras tanto, «actuaremos como un padre con un niño al que no queremos llevar siempre de la mano».

«Evitaremos que se caiga por un barranco y estaremos cerca en las pequeñas caídas, que son habituales en todo proceso de aprendizaje», apostilló. Respecto al impacto que tendrá el descenso de la producción previsto en Seat en el sector, Rañé subrayó que «ninguna» de las empresas auxiliares trabaja en exclusiva para esta marca. «Riesgos hay, pero conviene evaluarlos y no agarrotarse» sentenció.


Fuente: EFE