Es incomprensible que un conductor de autobús haya sido sancionado por escuchar la radio, un acto no sancionado por el código de circulación y que no produce distracción alguna ni peligro para el pasaje.
Muchas empresas de transporte público de viajeros de diversas ciudades facilitan los aparatos de radio a los conductores para reducir el estrés que se produce durante la conducción.

Es incomprensible que un conductor de autobús haya sido sancionado por escuchar la radio, un acto no sancionado por el código de circulación y que no produce distracción alguna ni peligro para el pasaje.

Muchas empresas de transporte público de viajeros de diversas ciudades facilitan los aparatos de radio a los conductores para reducir el estrés que se produce durante la conducción.

Los usuarios no nos quejamos de si un conductor durante un trayecto va escuchando un transistor, lo que nos preocupa son :

  •  los largos periodos de espera en las paradas, siempre superiores a las frecuencias que constan en los tableros de información , que se queden en cocheras autobuses sin salir por falta de personal, falta de piezas de recambio, o insuficiencia de mecánicos.

  •  nos preocupa saber que hay conductores que trabajan mas de 8 horas seguidas, con el riesgo que supone para la seguridad tantas horas seguidas de conducción en una ciudad con un trafico tan intenso como Barcelona.

  •  también es preocupante para la seguridad del pasaje, la presión que se ejerce contra los conductores que saben que no tienen fiesta ningún fin de semana.

  •  en verano conducen hasta 14 días sin mediar ningún día de descanso.

  •  los que deberían de organizar las frecuencias de paso de los autobuses se dedican básicamente a controlar si los conductores llevan la corbata bien puesta y la radio abierta.

  •  Nos preocupa el tablero de control del autobús que se parecen mas a los de un cohete espacial, y con los que si que constantemente hay que apartar la mirada de la calle para ver las indicaciones.

    Resulta contradictorio que la misma empresa que en los trasbordos y estaciones de metro nos pone música y televisores suponemos que para intentar suavizar las muchas veces largas esperas , que nos anuncian por la megafonía interna dentro de los vagones con gritos ensordecedores en que estación nos encontramos, tomen represalias con un conductor de autobús por escuchar el transistor.

    Y como dice el refrán “a grandes males grandes remedios”, los trabajadores de autobuses han hecho una recolecta de dinero entre la plantilla, recogiéndose mas de 500 €UROS , para compensar los dos días de sanción y las que puedan ir surgiendo entre otros compañeros.

    Apelamos a que los mas de 209 directivos de Transportes de Barcelona fuera de convenio y que a pesar de ser mantenidos con dinero del erario público, no es público lo que ganan, pero si sabemos que las cantidades son voluminosas, a que se dediquen a mejorar el servicio público, o a lo mejor tenemos que ir los usuarios a vigilar si cumplen con su trabajo, porque mantener a 209 personas para que comprueben si los conductores escuchan la radio o llevan la corbata bien puesta nos parece un gasto excesivo e innecesario.

    La CGT denunciamos la persecución y presión contra los trabajadores y el poco interés para mantener un Servicio Publico de calidad para los usuarios.