«Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de "tuyo" y "mío"».

Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha.

El creciente descrédito
del sistema financiero y la economía monetaria han provocado la
promoción de la banca ética entre los medios de comunicación.


El creciente descrédito
del sistema financiero y la economía monetaria han provocado la
promoción de la banca ética entre los medios de comunicación.

Destaca el caso de
Triodos Bank que, con un discurso repleto de buenas intenciones, está
creciendo en el estado español de manera exponencial. Esta entidad
se presenta como el referente europeo en banca ética y sostenible.
Habla de plena transparencia en sus actividades: «Un banco donde
nuestros clientes saben qué hacemos con su dinero». Más allá de
la propaganda, es importante conocer la verdadera naturaleza de este
banco.

En el año 2009 Triodos
ganó el premio al banco más sostenible del mundo. Porque según
afirman en su página web: «incorpora criterios de sostenibilidad,
impacto social y medioambiental positivo en toda su actividad
financiera». Este galardón fue concedido por el diario económico
Financial Times —reconocido portavoz de la oligarquía
financiera— y por la Corporación Financiera Internacional (CFI)
—organismo que forma parte del Grupo del Banco Mundial (BM).

La apropiación del
término «sostenibilidad» crea situaciones engañosas. Para el
lector no avisado recordaremos que el Tribunal Permanente de los
Pueblos acusa reiteradamente al Fondo Monetario Internacional y al
Banco Mundial de practicar políticas homicidas contra la humanidad.
Aunque el mandato fundacional del BM es el combate contra la pobreza,
en realidad su actuación significa la irrupción de los intereses
del gran capital en los países que solicitan sus créditos para el
desarrollo. Su intervención obliga a privatizar los sistemas
públicos de sanidad y educación. Además, el apoyo del BM a
proyectos hidroeléctricos y agroindustriales de grandes proporciones
acelera la destrucción del medio ambiente que, a su vez, expulsa a
millones de personas.

Triodos Bank España
invierte especialmente en las energías renovables. Éstas tienen en
potencia la capacidad de socializar el acceso a la energía. Pero los
intereses de los lobis de la electricidad anulan esta potencialidad
descentralizadora y democratizadora. Así se perpetúan las
infrastructruras basadas en la generación a gran escala y la
necesidad de grandes líneas de transporte, estaciones
transformadoras, etc. Triodos no discrimina entre el apoyo a pequeñas
y medianas empresas que promueven la microgeneración deslocalizada y
empresas como Gamesa, paradigma del fomento de los grandes parques
eólicos. Respecto a las inversiones en instalaciones solares
fotovoltáicas, Triodos financia un parque solar de 4,3 MW en
Granada. La propiedad es de AES Corporation y Riverstone Holdings,
ambas originarias de Estados Unidos y con intereses en todo el mundo
en la generación y distribución de energía. Triodos, pues,
participa del negocio verde que significan los grandes flujos de
capital invertidos en las energías renovables, que integradas en el
modelo energético centralizado son reducidas a nuevo yacimiento de
lucro privado.

Triodos informa que en el
2010 obtuvo un 20% más de beneficio neto que en el ejercicio
anterior. ¿Cómo logra tan grandes ganancias? Recomendamos la visita
a la web original de la entidad www.triodos.com para encontrar
algunas respuestas. En un alarde de transparencia leeréis, sólo en
esta página en inglés, la información sobre las inversiones de
Triodos que ayudan a obtener los réditos citados. En el apartado
«Institutional Investors» y, concretamente, en la separata
«Portfolio Triodos Sustainable Bond Fund» se detallan los
grupos de inversión en los que participa. Podréis comprobar que
Triodos apuesta por valores fiables que garantizan rentabilidad y un
mínimo riesgo. Empresas transnacionales, bancos o deuda pública de
modernos estados europeos que, con el calificativo de «Best in
class» (líder en su especialidad), son dignos de la confianza
de Triodos. Así muestra qué entiende por «empresas e iniciativas
que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y respetan el
medio ambiente».

Hasta febrero de 2011
Triodos ha invertido en empresas tan sostenibles como Abertis,
promotora de la movilidad responsable según su publicidad, y en
realidad símbolo del crecimiento económico basado en las grandes
infrastructuras; o las automovilísticas Volkswagen, BMW y Renault,
perpetuadoras del modelo de transporte que se sustenta en el
petróleo. Tan responsables socialmente como la esclavista Inditex o
la rapaz Telefónica, que no duda en despedir a miles de trabajadores
a pesar de sus ingentes beneficios. O Repsol YPF, que con su gestión
medioambiental positiva convierte la Amazonia en una cloaca y mima la
calidad de vida de los pueblos indígenas. En el apartado de comercio
justo cabe señalar las inversiones en la transnacional Carrefour,
emblema del modelo comercial de gran superficie propiciado por el
neoliberalismo; o bien Diageo, propietaria de marcas como Johnnie
Walker, Gordon’s o Smirnoff que, como todos sabemos, tienen un
impacto muy positivo en el desarrollo personal y la armonía social.
En cuanto a la construcción sostenible, cabe mencionar a la
suministradora Lafargue, mayor productora mundial de cemento; junto a
bancos especializados en hipotecas. También son encomiables las
inversiones en Tele5, proyecto cultural de primer orden. Y la lista
continúa con transnacionales como la química Henkel, la franquicia
griega de Coca-Cola, Nokia, Enagas, Rabobank, Vodafone…

Todas las empresas
elegidas por Triodos tienen fundaciones o prácticas que desarrollan
programas sociales, culturales o iniciativas de carácter
«ecológico». Así mejoran su imagen y consiguen exenciones y
desgravaciones fiscales. Para legitimar sus inversiones la supuesta
banca ética alega que estas compañias promueven campañas para
prevenir el SIDA, para ahorrar energía, para consumir tabaco y
alcohol de manera responsable, que apoyan investigaciones para
minimizar las emisiones de CO2, poseen certificados de calidad y
respeto ambiental y demás.

También ha invertido en
deuda pública de los estados neoliberales de Holanda, Austria y
Alemania. Para justificar tal decisión Triodos apela al correcto
funcionamiento democrático de estos países, al respeto de los
tratados y convenciones internacionales y al hecho de no estar
sujetos a sanciones. Una manera de maquillar democracias vigiladas
por los mercados, que tienen una deuda pública sólida y marcan la
pauta en el escenario capitalista europeo.

Hasta aquí llega la
linea ética de Triodos, homologable a la oferta de inversiones
éticas de la banca convencional.

Las alternativas reales a
la usura tienen que renegar de algunos de los parámetros del
neoliberalismo (especulación, propiedad privada, lógica acumulativa
y expansionista, beneficios a corto plazo, priorización de la mayor
rentabilidad del capital por encima de la creación de empleo). Sólo
pueden darse entre sistemas económicos con capacidades tecnológicas
relativamente próximas o entre grupos y comunidades con actitudes
realmente solidarias. Entendiendo la solidaridad como un proceso de
apoyo mutuo entre iguales, más allá del paternalismo caritativo que
hoy en día diluye el sentido combativo que tuvo esta palabra en
otros tiempos.

En existen algunos
ejemplos de prácticas financieras éticas, proyectos surgidos en el
propio territorio, que no hacen ostentación de oficinas de lujo
situadas en edificios emblemáticos, ni practican el imperialismo
lingüístico privilegiando el castellano por encima del resto de
lenguas minorizadas del estado.

Palabras como ética,
sostenibilidad, responsabilidad social, democracia, solidaridad,
etc., han sido vacíadas de contenido. Lejos queda la época dorada
de la humanidad donde, como dice el ingenioso hidalgo «no había la
fraude, el engaño ni la malicia mezclándose con la verdad y la
llaneza». Así pues, tenemos que discernir entre publicidad y
realidad.

Pascual Aguilar, Miembro
de la plataforma No a la MAT de las comarcas de Girona.


Fuente: Pascual Aguilar