Esta semana el SR Gabilondo, ministro de educación, para quien desee saberlo, ha abogado por la enseñanza tutorizada, ya que como afirma el alumno no mejora sus resultados "repitiendo sin más". Utiliza el ministro conceptos pedagógicos añejos no por el hecho de haberse aplicado, sino por la machacona e histórica recurrencia a los mismos, sin que se adopten las medidas consecuentes para hacer posible su “encarnación”. Se esgrimen conceptos como enseñanza individualizada, tutorizada, evaluación continua y recuperación. Todo ello añadiéndole un verbo de indudable valor icónico: Impulsar. Y todo ello para ayudar “ a los que se quedan atrás”.

Nos preguntamos si la enseñanza se
tutoriza e individualiza, ¿es posible quedarse atrás?. El mismo concepto de
individualización requiere, conlleva la referencia explicita al alumno que se
atiende de forma individualizada, de forma que los referentes grupales
desaparecen, ya que el sujeto y al mismo tiempo objeto de estudio es el alumno
considerado como individuo. El programa general se concreta de tal forma que
es el programa individual del alumno el que orienta el proceso de enseñanza
aprendizaje de forma que no es posible que un alumno se queda atrás con
respecto así mismo.

Nos preguntamos si la enseñanza se
tutoriza e individualiza, ¿es posible quedarse atrás?. El mismo concepto de
individualización requiere, conlleva la referencia explicita al alumno que se
atiende de forma individualizada, de forma que los referentes grupales
desaparecen, ya que el sujeto y al mismo tiempo objeto de estudio es el alumno
considerado como individuo. El programa general se concreta de tal forma que
es el programa individual del alumno el que orienta el proceso de enseñanza
aprendizaje de forma que no es posible que un alumno se queda atrás con
respecto así mismo.

Y es que en el fondo el SR Gabilondo está
pensando en la imagen política que proyectan los resultados escolares
producidos por la aplicación de pruebas de rendimiento. Y claro mucha
individualización y tutorización, pero la prueba es la prueba se dice el Sr
ministro. Por ello en esas mismas declaraciones realizadas en Santander
aparecen los resultados de la Evaluación General de Diagnóstico 2010 realizada
por el Ministerio entre 29.154 estudiantes de 2º curso de ESO en 870 centros de
toda España y según el cual el 17% de los alumnos presentan un rendimiento bajo
e insuficiente para afrontar su futura vida laboral.

De las reflexiones realizadas por el
ministro destacamos que por fín se han dado cuenta que los “repetidores”
producen efectos al socializar con los grupos de alumnos que avanzan con su
edad. Y que estos efectos no son siempre positivos, sobre todo cuando el número
de años de repetición distancia las edades entre uno y otro tipo de alumnado.
Creando problemas disciplinares o baja autoestima, que tienen bastante que ver
con los bajos rendimientos escolares.

Pues bien mayor tutorización supone
reducción de ratios, otro enfoque personalizado del curriculum y tiempo de
planificación y evaluación continua para que los docentes puedan desarrollar
su tarea. Clases masificadas y escasez de tiempo para el trabajo docente
conducen a una enseñanza despersonalizada, y consecuentemente des educativa. El
Ministro debería concretar cómo es posible reducir la ratios si en múltiples
centros educativos las legalmente establecidas se superan por indicación de las
administraciones públicas, que ven peligrar el objetivo de la reducción del
déficit y quieren recortar gastos masificando las aulas.

Fdo. Rafael Fenoy Rico Secretario de
Jurídica y Comunicación CGT Enseñanza.