La Comisión Europea aprobó hoy la prohibición del uso de 22 sustancias químicas en tintes para el pelo, decisión que entrará en vigor el 1 de diciembre. Se trata de componentes sobre los que la industria cosmética no ha aportado pruebas de su seguridad, y que Bruselas cree que podrían ser cancerígenas a largo plazo.

La Comisión Europea aprobó hoy la prohibición del uso de 22 sustancias químicas en tintes para el pelo, decisión que entrará en vigor el 1 de diciembre. Se trata de componentes sobre los que la industria cosmética no ha aportado pruebas de su seguridad, y que Bruselas cree que podrían ser cancerígenas a largo plazo.

Aunque su utilización está permitida teóricamente, la industria ya ha abandonado progresivamente el uso de estas sustancias, según explicó el portavoz de Industria y Empresa, Gregor Kreuzhuber, que no quiso precisar qué marcas y qué productos concretos recurren a ellas todavía, ni cuál será el impacto económico de esta medida.

El mercado de los tintes capilares alcanzó un volumen de negocios de 2.600 millones de euros en la UE en 2004, lo que significó un 8% del total del mercado cosmético. Se estima que el 60% de las mujeres y entre el 5% y el 10% de los hombres usan este tipo de productos. Entre el 70% y el 80% de los casos, los tintes son permanentes y se aplican unas 6-8 veces al año.

La prohibición de las 22 sustancias es el primer paso de una estrategia que la Unión Europea acordó en 2003, cuyo objetivo es redactar una lista de sustancias seguras para la salud humana.

Para ello, la industria cosmética deberá aportar pruebas de la inocuidad de distintas sustancias al Comité Científico de los Productos de Consumo (SCCP), que efectuará un estudio científico sobre las consecuencias de su uso a largo plazo.

De momento, ya se han presentado 115 expedientes desde finales de 2005 al Comité, y el dictamen de éste al respecto de su seguridad se producirá en octubre. Así pues, a las 22 sustancias ya prohibidas podrían añadirse otras según los estudios prosigan. A largo plazo, el objetivo de esta estrategia es prohibir cualquier producto presente en tintes permanentes y vegetales para el que no se pueda probar su seguridad.

Así lo ha expresado el responsable de Empresa e Industria de la Comisión, Günter Verheugen : «Aquellas sustancias para las que no haya pruebas sobre su seguridad desaparecerán del mercado. Nuestros estándares de seguridad europeos no sólo protegerán a los consumidores, sino que además aportarán seguridad legal a la industria cosmética europea»

La Comisión ha informado ya de esta decisión a la Organización Mundial del Comercio. La ausencia de respuesta al respecto hace suponer que no existe ningún problema y que esta medida no impacta de manera dañina en la competitividad de este sector industrial.

Así pues, no sólo los tintes fabricados en Europa, sino cualquier otro que provenga de la importación quedará sometido a esta legislación.

La estrategia de lucha contra productos presentes en tintes peligrosos para la salud comenzó en junio de 2001, cuando el SCCP trasladó su preocupación sobre este tema a la Comisión. En 2002, el mismo comité confirmó la existencia de pruebas que relacionaban el uso de tintes por mujeres con la aparición de cáncer de vesícula, y recomendó la creación de una estrategia para atajar el problema.


Fuente: Europa Press