Un estudio secreto sobre los alimentos modificados genéticamente revela riesgos para la salud
Unas ratas alimentadas con una dieta rica en maíz genéticamente modificado desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en la sangre, lo que aumenta el temor de que la salud humana pueda verse afectada al comer alimentos GM (genéticamente modificados).
Un estudio secreto sobre los alimentos modificados genéticamente revela riesgos para la salud

Unas ratas alimentadas con una dieta rica en maíz genéticamente modificado desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en la sangre, lo que aumenta el temor de que la salud humana pueda verse afectada al comer alimentos GM (genéticamente modificados).

El dominical de The Independent puede hoy revelar detalles de la investigación secreta llevada a cabo por Monsanto, el gigante de la alimentación GM, que revela que las ratas alimentadas con maíz modificado tenían riñones más pequeños y experimentaban variaciones en la composición de su sangre.

Según el informe confidencial de 1.139 páginas, estos problemas sanitarios no se daban en otro lote de roedores alimentados con comida no modificada que también formaba parte parte del proyecto de investigación.

Las revelaciones aparecen cuando los países europeos, incluida Gran Bretaña, se preparan para votar si el maíz GM debería venderse al público. La semana pasada, un voto de la Unión Europea impidió la obtención del acuerdo sobre si la producción se vendería en este país, después de que Gran Bretaña y otros nuevo países votaran a favor.

Sin embargo, la revelación de los efectos sobre la salud de las ratas de Monsanto ha intensificado el escándalo sobre la cuestión de si es seguro comer maíz sin seguir investigando. Algunos médicos decían que los cambios en la sangre de los roedores podrían indicar que su sistema inmunológico había sido dañado o que se había producido un desorden, como por ejemplo un tumor, y que el sistema se movilizaba para combatirlo.

El Dr. Vyvyan Howard, profesor de anatomía humana y biología celular de la Universidad de Liverpool, pidió la publicación del estudio completo, alegando que el resumen ofrecía «razones importantes como para preocuparse».

El Dr. Michael Antoniu, experto en genética molecular de la Escuela de Medicina del Hospital Guy, describió los hallazgos como «muy preocupantes desde el punto de vista médico «, y añadió que : «Me ha sorprendido la cantidad de diferencias significativas que se encontraron [en el experimento con las ratas].»

Aunque Monsanto descartó anoche que las anormalidades en las ratas fueran significativas y afirmó que eran algo fortuito que reflejaba las variaciones normales entre ratas, una fuente de alto rango del gobierno británico dijo que los ministros estaban tan preocupados por los descubrimientos que habían pedido más información.

Los expertos en medio ambiente opinarán que este descubrimiento justifica la investigación británica de hace siete años, que sugería que la salud de las ratas que comieron patatas GM se vio deteriorada. Esa investigación, que fue rotundamente denunciada por los ministros y el sistema científico británico, fue detenida y al Dr. Arpad Pusztai, el científico que estaba detrás del controvertido descubrimiento, se le forzó a retirarse entre un enorme escándalo de reivindicaciones.

El Dr. Pusztai informó de una «enorme lista de diferencias significativas » entre las ratas alimentadas con maíz GM y maíz convencional, y dijo que los resultados indicaban que sin duda comer mucha cantidad de alimentos GM puede dañar la salud. El nuevo estudio se centra en un maíz, llamado MON 863, que Monsanto modificó para protegerlo del gusano de la raíz del maíz, que la compañía describe como “una de las plagas más perniciosas que afectan a las cosechas de maíz en todo el mundo”.

No obstante, ahora cualquier decisión que permitiese la comercialización del maíz en el Reino Unido causaría una gran alarma. Los detalles de la investigación de las ratas en su totalidad se incluyen en el informe principal que Monsanto se niega a publicar, alegando que «contiene información confidencial de la empresa que la competencia podría utilizar comercialmente».

Un portavoz de Monsanto dijo ayer : «Si cualquiera de esos críticos anti-biotecnología tan conocidos tiene dudas sobre la credibilidad de estos estudios, debería haberlas planteado a las autoridades reguladoras. Después de todo, el MON 863 no es nuevo, se ha probado que es tan seguro como el maíz convencional por otras nueve autoridades mundiales desde 2003».


Fuente: Por Geoffrey Lean