EFE / WASHINGTON La diócesis católica de Bridgeport, en el estado de Connecticut, prometió ayer que tratará de restituir las donaciones que uno de sus curas se embolsó durante siete años para darse una vida de lujos. Las autoridades del Departamento de Justicia presentaron en New Haven cargos por estafa contra el ex sacerdote Jude Fay, ex pastor de la parroquia San Juan, de la localidad de Darien. La diócesis señaló que rezan para que "el anuncio ayude a la parroquia de San Juan a dar vuelta la página y a que se concluya de una vez todo este episodio".

EFE / WASHINGTON La diócesis católica de Bridgeport, en el estado de Connecticut, prometió ayer que tratará de restituir las donaciones que uno de sus curas se embolsó durante siete años para darse una vida de lujos. Las autoridades del Departamento de Justicia presentaron en New Haven cargos por estafa contra el ex sacerdote Jude Fay, ex pastor de la parroquia San Juan, de la localidad de Darien. La diócesis señaló que rezan para que «el anuncio ayude a la parroquia de San Juan a dar vuelta la página y a que se concluya de una vez todo este episodio».

Según la propia diócesis, Fay, quien renunció a sus cargos el año pasado, compraba ropas en los comercios de Nueva York, conducía un automóvil Jaguar, compraba joyas en una tienda de Cartier y pagó más de 130.000 dólares en gastos de hotel y paseos para él y su madre en vehículos de lujo.
La diócesis señaló que también se gastó más de 20.000 dólares por una fiesta para celebrar los 25 años de su ordenación y compró un apartamento en un condominio en el estado de Florida y otro en la ciudad de Filadelfia (Pensilvania).

Durante la comparecencia judicial, Fay admitió ayer haberse apropiado de entre 400.000 y un millón de dólares en dinero de los fieles. «Usé dinero de la Iglesia y de los fieles para necesidades que no son de la parroquia. Entiendo que se trata de estafa», señaló el ex sacerdote.

Fay fue puesto en libertad tras el pago de una fianza de 50.000 dólares y la fecha de sentencia fue fijada para el 4 de diciembre de este año. Fuentes judiciales indicaron que puede ser condenado a un máximo de 10 años de prisión y al pago de una multa de 250.000 dólares.

Restituciones

La diócesis señaló en su comunicado que tratará de restituir bienes apropiados por el sacerdote o compensar a los fieles por sus pérdidas.
«Hasta la fecha, la parroquia ha recibido restitución en la forma de dinero efectivo, propiedades y propiedad personal con un valor aproximado de unos cuantos centenares de miles de dólares», señaló.


Fuente: EFE