Los operarios caminaban por un dique auxiliar en construcción hacia tierra cuando una ola los arrastró al agua. El golpe de mar desplazó a un todoterreno, que también estuvo a punto de caer.
Los equipos de rescate del centro local de Salvamento Marítimo de A Coruña trabajaron hasta última hora de la tarde de ayer para intentar localizar a José Furelos Taboada, el peón de 53 años años que desapareció a mediodía de ayer tras caer al mar en punta Langosteira cuando trabajaba en las obras del puerto exterior con su compañero Esteban Estebo Méndez, de 33 años, que falleció en el hospital minutos después de ser rescatado por el helicóptero Helimer Galicia. El accidente laboral, el segundo que se produce en los últimos siete meses en las obras del puerto exterior, ocurrió a la una menos diez de la tarde en el espigón auxiliar que la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados, Copasa y Sato construye en punta Langosteira dentro de los trabajos del puerto exterior. Los trabajadores se encontraban en el extremo del dique construido con bloques de hormigón de 50 toneladas. Testigos del accidente explicaron que los operarios estaban a punto de abandonar el lugar y que se encontraban entre una grúa de grandes dimensiones -que se utiliza para depositar los bloques en el mar- y una excavadora.
Los peones caminaban hacia hacia tierra, mientras que un todoterreno de la UTE circulaba en dirección contraria, camino a la punta del espigón. Fue en ese momento en el que una ola más grande de las que habían llegado hasta ese momento pasó por encima de los bloques, arrastró a los trabajadores al mar y desplazó al todo terreno, que quedó volcado y encajado entre los bloques de hormigón, que lo salvaron de precipitarse al mar. Los compañeros de las víctimas alertaron inmeditamente a Salvamento Marítimo, que desplazó al helicóptero Helimer Galicia hasta la zona y que llegó pocos minutos después del accidente, a tiempo de rescatar con vida a uno de los trabajadores. Esteban Estebo Méndez, de 33 años sufrió un traumatismo craneoencefálico y tragó gran cantidad de agua, lo que le provocó una parada cardiorrespiratoria de la que fue reanimado en la ambulancia que lo trasladó desde el muelle de Oza en el que lo desembarcó el helicóptero hasta el Juan Canalejo. Cuando a las dos de la tarde ingresó en el servicio de Urgencias, su estado era crítico, pero veinte minutos después fallecía a causa de la gravedad de las lesiones que presentaba, según fuentes hospitalarias.
Las labores de búsqueda continuaron luego con el Helimer Galicia, la embarcación de salvamento marítimo Salvamar Dubhe y una patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil que rastrearon las inmediaciones del accidente y del punto en el que fue hallado el trabajador rescatado, pero no encontraron rastro de José Furelos Taboada.
Fuente: Lui Costas/La Opinión de A Coruña
