La sentencia emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), cuyo contenido alude a una situación de acoso moral en el trabajo o mobbing por parte de un superior jerárquico, ha condenado a una empresa a pagar 17.416 euros a una empleada que lo venía denunciando desde el año 2000.

La sentencia emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), cuyo contenido alude a una situación de acoso moral en el trabajo o mobbing por parte de un superior jerárquico, ha condenado a una empresa a pagar 17.416 euros a una empleada que lo venía denunciando desde el año 2000.

El escrito señala además que el director técnico de producción, Juan C, tenía un “trato distinto” con la trabajadora. Se había dirigido a ella en varias ocasiones “de forma despectiva”, llamándola “inútil” y amenazándola con unos papeles en la mano que aseguraba eran “la carta de despido”.

La empleada Vicenta M. M. trabajaba desde marzo de 1990 en la empresa química Perval, en una de las líneas de envasado de recipientes de productos químicos.

Su labor consistía en preparar la máquina para su funcionamiento, cambiar los pistones y los discos de producción, además de limpiar la máquina e intentar arreglarla en caso de que se produjera algún tipo de avería.

Tanto ella como sus compañeras estaban obligadas a “reventar” los aerosoles defectuosos con unos punzones facilitados por la empresa, provocando así una explosión que servía para facilitar el paso de toda la sustancia contenida en el interior. De esta forma se esparcía por las manos y por la cara de las manipuladoras.

Dicha rutina se realizaba sin ningún tipo de indumentaria especial, sin guantes, sin protección ocular, auditiva, nasal o bucal facilitando la empresa tan sólo unas bolsas de basuras para que se las pusieran las trabajadoras a manera de traje protector. Esta medida era excepcional y se aplicaba después de que las trabajadoras insistiesen. Entre otros aerosoles, la empresa se encargaba del envasado de las marcas Bayer y Politus Mata Carcoma.


Por : EP.