MADRID.- Varias ONG que representan a las comunidades del Delta del río Níger piden una indemnización de 166 millones de euros a la petrolera Shell, por verter residuos químicos y basura tóxica en la región de Egbemo-Agalabiri, del Estado nigeriano de Bayelsa, según el boletín ’Ethical Corporation’, especializado en responsabilidad social corporativa.

MADRID.- Varias ONG que representan a las comunidades del Delta del río Níger piden una indemnización de 166 millones de euros a la petrolera Shell, por verter residuos químicos y basura tóxica en la región de Egbemo-Agalabiri, del Estado nigeriano de Bayelsa, según el boletín ’Ethical Corporation’, especializado en responsabilidad social corporativa.

Los residuos están «claramente relacionados» con los trabajos de extracción de petróleo de la compañía angloholandesa y se producen desde hace años, aunque los efectos se han ido manifestando gradualmente en las comunidades del delta del río, que se está convirtiendo en un «desierto» según los denunciantes.

El presidente del Grupo de Comunidades para el Desarrollo del Delta del Níger, Donyefa Ogoye, afirma que la zona «está siendo devastada» por la contaminación industrial.

Este grupo sostiene que la degradación ambiental es consecuencia de «los incesantes ataques que está sufriendo el Delta del Niger». Consideran que Shell y sus empresas aliadas en la explotación y producción de hidrocarburos «deben ser juzgadas por los impactos de su actividad antes de que el crudo y el gas extraído se agoten».

Amigos de la Tierra

En opinión de la ONG Amigos de la Tierra, la extracción del petróleo «afecta al crecimiento y desarrollo de los recursos de los bosques de mangle, tales como los caracoles, las ostras y los cangrejos. «Cuando el río está contaminado todos ellos se mueren», señala Ikuroma Samipe, una pescadora del Níger.

La explosión de un oleoducto de Shell en el Delta del Níger en 1998 mató a más de 400 personas. Un derrame de petróleo en junio del 2001, en Ogdobo, destruyó la única fuente de agua potable que abastecía a más de 15.000 personas, recuerda.

Las ONG denuncian que la relación de Shell con el Gobierno y la protección militar financiada por la industria petrolera han tenido consecuencias mortales para los habitantes de la región. Acusan a la multinacional financiar» de forma directa» a las tropas, para reprimir violentamente la resistencia sus proyectos.

Movimiento por los Bosques Tropicales

El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) ha manifestado que en 1999 el Ministerio de Medio Ambiente responsabilizó a las petroleras de la situación del Delta del Níger, y les dio un «ultimátum» para que en seis semanas descontaminaran el entorno de las comunidades afectado por los derrames. Pero «las cosas no parecen haber cambiado mucho», dice la ONG.

Según WRM, en 1998 y durante seis meses, un oleoducto de Shell, ubicado en la cuenca del río Num, vertió petróleo en los manglares de Oyara, poniendo en peligro a la comunidad rural Otuegwe, indígenas dedicados a la agricultura y la pesca.

La petrolera atribuyó el derrame a un «acto de sabotaje» y se negó a repararlo. Pero, con ayuda de la Organización de Rescate Humano y Ambiental del Delta del Níger, los indígenas iniciaron una campaña de protestas y Shell tuvo que reparar la filtración.

WRM también acusa a SHELL de quemar los bosques, para limpiar los derrames de petróleo y señala que 3.500 kilómetros cuadrados de vegetación han sido destruidos.

Los habitantes del Delta del Níger se oponen a las petroleras pero se quejan de que el Gobierno Federal «continúa ignorando los llamamientos de las comunidades», quienes tienen que pagar el alto costo del «petróleo barato».


Par : Europa Press