De vergüenza ajena son los “argumentos” ( ?) utilizados por la portavoz socialista en el Senado, Matilde Fernández, defendiendo la ampliación del internamiento a sesenta días. Juzguen ustedes :

De vergüenza ajena son los “argumentos” ( ?) utilizados por la portavoz socialista en el Senado, Matilde Fernández, defendiendo la ampliación del internamiento a sesenta días.
Juzguen ustedes :

Juzguen ustedes :

«Y en relación a lo que me ha planteado la senadora de Izquierda Unida (Rumores.)…, perdón, de Convergencia i Unió… Es que resulta tan duro hablar de cosas tan técnicas
en una comisión, que es mejor hablar de política y de valores. Pues bien, en cuando a la enmienda número 284 del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència
i Unió, queremos pedirle que la retire, señoría.

El Grupo Parlamentario Socialista sabemos que se ha convertido en algo así como la guinda de la tarta. De hecho, todos estamos recibiendo el comentario por parte de organizaciones no gubernamentales, de letrados, de profesores de Código penal, de Derecho Internacional, de que se renuncie a la permanencia de sesenta días en un CIE,
ampliación que, por cierto, es la opción mínima elegida por nuestro país ya que el resto de países han ampliado muchísimo más la permanencia en los centros. Creo que el
Ministerio del Interior ha comentado a todos los grupos que en el fondo se trata de una ampliación que se convierte en una garantía, porque a la hora de devolución de ciudadanos que han entrado de forma irregular en el país, nos cuesta mucho firmar convenios con esos otros países, y cuando eso se consigue, resulta que a veces te dicen que solo se admiten media docena cada semana o dos docenas al mes. Disponer de treinta días más es quizá poder resolver un problema. Y es que si no, señorías, ¿qué está pasando en este momento ? Pues que hay personas que salen de los CIE a los cuarenta días, que pasan tres, cuatro días o una semana en una organización no gubernamental recibiendo la solidaridad, y que al día siguiente están en la calle como irregulares y acaban siendo detectados por los fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y devueltos a otro CIE otros cuarenta días para volver a repetir la mismo historia. Y si no —tengo que decirlo—, a veces se quedan en la calle con imposibilidad de reiniciar su documentación para regularizar su trabajo y todo lo demás. Es decir, señorías, aunque esto sea percibido por organizaciones, por profesionales del Derecho, como una decisión dura, debo decir que también muchas organizaciones profesionales
del Derecho y grupos políticos han visto que en el fondo esto es una garantía. Si no, nos estaríamos encontrando con la realidad de un papeleo jurídico a partir del día cuarenta y uno y todos interpretando qué excepcionalidad se puede aceptar, con qué país, con qué ciudadanos sí o con qué ciudadanos no.

Reconozco que a veces en política hay cosas que se convierten en estigmas. Ustedes me pueden decir que es mejor resolverlo, pero, como digo, a veces en política conviene
decir con rigor : yo estoy garantizando más seguridad ciudadana, más calidad de vida y más seguridad a la persona, a la que le dejo el mensaje claro de que si viene de forma regular su permanencia en el país tendrá muchísimas más posibilidades que si viene de forma irregular y vive condenado a estar entrando y saliendo de los CIE cada equis días

Comisión de Trabajo e Inmigración del Senado, 12 de noviembre de 2009