El pasado lunes, la lamentable noticia llegaba tanto a la plantilla de Vestas (Villadangos del Páramo, León) como a toda la prensa local y estatal: la empresa pretende cerrar su planta en esta localidad, el próximo mes de septiembre.

La realidad es que esta noticia no pilla por sorpresa a nadie, ya que la plantilla de Vestas lleva casi dos meses en huelga, tras las amenazas de la empresa y la pasividad que hasta el pasado lunes han tenido las administraciones, las cuales inyectaron dinero público en Vestas para que se ubicara en esta comunidad. Casualmente, el anuncio de cierre de Vestas viene apenas un mes después de que se acabara el plazo para que no le puedan reclamar la devolución de estas subvenciones.

La realidad es que esta noticia no pilla por sorpresa a nadie, ya que la plantilla de Vestas lleva casi dos meses en huelga, tras las amenazas de la empresa y la pasividad que hasta el pasado lunes han tenido las administraciones, las cuales inyectaron dinero público en Vestas para que se ubicara en esta comunidad. Casualmente, el anuncio de cierre de Vestas viene apenas un mes después de que se acabara el plazo para que no le puedan reclamar la devolución de estas subvenciones.

Desde CGT, y más concretamente desde esta Federación del Metal, no vamos a consentir que Vestas se siga riendo a la cara, tanto de los trabajadores como de todos los habitantes de Castilla y León, quienes, con sus impuestos han pagado las subvenciones que ha recibido para instalar su producción en la región.

Hacemos un llamamiento público tanto a la junta de Castilla y León como al gobierno central, en primer lugar para que paralicen el ERE planteado por la empresa y en segundo lugar, para que no permita de ninguna manera que la producción de Vestas se mueva de Villadangos. Ambas administraciones son responsables de la continuidad o no de esta empresa en su actual ubicación, ya que ambas son las que han inyectado con dinero público, las arcas de Vestas.

La Junta de Castilla y León es de los gobiernos autonómicos que más subvenciones reparte a las empresas de su comunidad. Pero como llevamos años comprobando, es de los gobiernos que menos se preocupa de que esas subvenciones se vean reflejadas en las empresas, con la creación de puestos de trabajo de calidad y duraderos, mas aun cuando se trata de la comunidad autónoma que más población pierde de todo el estado, y donde el cierre de una empresa de estas características supondría un golpe irreparable para la provincia y para la región.

Desde CGT y desde la FESIM tenemos una cosa bien clara; NO VAMOS A PERMITIR QUE EL CIERRE DE VESTAS SE LLEVE A CABO. De ninguna manera, bajo ningún concepto y llegaremos a donde tengamos que llegar y haremos lo que tengamos que hacer para que los trabajadores y trabajadoras de Vestas no se vean afectados por la cacicada que supondría el cierre de la empresa.

Desde esta Federación damos todo nuestro apoyo a la plantilla, hacemos un llamamiento tanto a la plantilla como a toda la región, para secundar cualquier tipo de movilización que se realice para poner fin a esta pesadilla.

SI TOCAN A UN@, NOS TOCAN A TOD@S

¡¡VESTAS NO SE CIERRA!!

 


Fuente: FESIM-CGT