En la penúltima jornada de la Semana de Lucha Social, la Asamblea Contra la Precariedad y por la Vivienda Digna ha realizado el viernes una acción continua en el barrio de Lavapiés, donde la existencia de infraviviendas, la falta de actuaciones de las administraciones públicas, la especulación con el suelo para favorecer los intereses privados y las medidas de presión para forzar la marcha de la zona de sus vecinos tradicionales son las reglas del juego.

En la penúltima jornada de la Semana de Lucha Social, la Asamblea Contra la Precariedad y por la Vivienda Digna ha realizado el viernes una acción continua en el barrio de Lavapiés, donde la existencia de infraviviendas, la falta de actuaciones de las administraciones públicas, la especulación con el suelo para favorecer los intereses privados y las medidas de presión para forzar la marcha de la zona de sus vecinos tradicionales son las reglas del juego.

La acción continua se ha desarrollado a lo largo de un recorrido que ha comenzado y terminado en la Plaza de Lavapiés, y que ha incluido 7 paradas diferenciadas, para escenificar 7 reivindicaciones relacionadas con los graves problemas de este multicultural barrio. A lo largo de este recorrido, los manifestantes han coreado consignas como “Espe, Espe, Espe, Especulación”, “Madrid, capital de la especulación”, “Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa”, o “otra vivienda es posible”. También se han leído durante este trayecto diversos manifiestos por el derecho a la vivienda digna, en los que la asamblea ha vuelto a poner de manifiesto su apuesta por dar un uso social a las 3 millones de viviendas vacías existentes en el Estado español.

En tan sólo una calle, la del Sombrerete, se han escenificado 4 actos de protesta contra otros tantos abusos. Varias manifestantes, vestidas como si fueran niños del colegio de San Ildefonso, han “cantado”, como si del sorteo del Gordo se tratara, estas situaciones. Los premios de esta lotería han recaído en una infravivienda llevada a la ruina por su dueño, ante lo cual el Ayuntamiento de Madrid no actúa. Algo también se ha llevado un edificio vacío, sin posibilidad de ser rehabilitado. La suerte no se ha olvidado de otro que sí ha sido rehabilitado por la constructora Chueca y Figueroa, pero de forma claramente defectuosa, lo que supone, según los organizadores del acto, “una solución parcial para los vecinos”. La fortuna tampoco ha querido dejar de visitar un realojo, perteneciente a la EMVS y que fue luchado durante años por los vecinos, que desgraciadamente no han podido disfrutarlo todavía. De hecho, varios vecinos fueron denunciados por realizar una ocupación simbólica del inmueble. Pero el premio gordo se lo ha llevado el edificio situado entre la calle Sombrerete y Agustín Lara. Calificado por los manifestantes de “premio gordo sin sorteos”, esta superficie de 4.200 metros cuadrados ha sido cedida a la UNED por 15,3 millones de euros. Los vecinos reivindican la construcción de un colegio en este local. Además, criticaron fuertemente al arquitecto, “que no gusta a nadie”, pero que se ha ocupado de otras obras en la zona.

Tras este peculiar sorteo, los manifestantes siguieron calle arriba, hasta desembocar en un solar propiedad de la EMVS, en el que dicho organismo público se ha comprometido a construir viviendas sociales. Allí se improvisó una diana con las letras de este organismo, que fueron derribas una a una, para mostrar los auténticos principios de la entidad municipal, que se dedica, según los organizadores del acto, a subvencionar a las clases pudientes, fomentar el mercado libre y la especulación, expulsar a la población actual para traer a las élites sociales, y paralizar la construcción de viviendas sociales. Como informaron los manifestantes, la EMVS tiene en su poder actualmente 53 edificios para rehabilitar. En el 40% de los mismos, las obras están paralizadas.

Esta acción continua no podía olvidarse del Laboratorio II, antiguo centro okupado, en el que 2 manifestantes colgaron una pancarta que rezaba “El labo se queda en Lavapiés. V de volveremos”. El inmueble se okupó hace 2 años para llamar la atención de los poderes públicos sobre este edificio. Se trataba de un edificio social okupado y autogestionado, “un espacio de libertad” en el que la gente se encontraba. Ahora el lugar está vacío, y falta centros sociales y viviendas públicas, lo que resulta muy paradójico para los vecinos.

Posteriormente, la acción se paró en una antigua corrala que está en proceso de rehabilitación. En dicho proceso van a participar promotores privados, que podrán vender el 60% de las viviendas a precio de mercado. Los antiguos propietarios de estas viviendas destinadas al mercado libre serán realojados por el Ayuntamiento de Madrid allí donde el consistorio considere oportuno, por lo que no volverán a su antiguo hogar. Es por tanto una forma de especulación que coaliga a la administración pública y a la empresa privada, y que perjudica a los vecinos más humildes.

En la siguiente parada de la acción, varios manifestantes extendieron y encolaron un largo mural de plástico blanco en una inmensa pared. Después, se repartieron rotuladores entre los asistentes, que así pudieron plasmar por escrito sus reivindicaciones y protestas.

El recorrido de la acción continua llegó después a un inmueble que ha sido comprado por el Banco Santander. Allí, un largo listón vertical anuncia que en este local se van a construir viviendas en alquiler. Varios manifestantes, ayudados de una escalera, pegaron a este listón un añadido que decía “muy caras”, con lo que el resultado final decía “viviendas en alquiler…muy caras”.

Por último, ya de vuelta en la Plaza de Lavapiés, se escenificó un teatrillo urbano, narrado como un romance popular, y titulado “Los Reyes Mangan”. La obra narra las vicisitudes de una pareja de jóvenes que quiere independizarse en Lavapiés, y al final no tiene más remedio que hipotecarse, entregando su dinero a los “Reyes Mangos”, esto es, los constructores y políticos. Tras este último acto, se vendió chocolate entre los asistentes, con el objeto de recaudar fondos para defender a los 18 detenidos de la asamblea.


Fuente: Comisión de Comunicación de la Asamblea