Cuatro detenidos y varios heridos en la última actuación represiva de Juan Cotino como Delegado del Gobierno.
En la tarde del sábado, 3 de abril, se ha producido una de las más injustificables y represivas actuaciones de la policía durante la etapa en que ésta a estado bajo las órdenes de Juan Cotino, el delegado del gobierno del PP en la Comunidad Valenciana.

Cuatro detenidos y varios heridos en la última actuación represiva de Juan Cotino como Delegado del Gobierno.

En la tarde del sábado, 3 de abril, se ha producido una de las más injustificables y
represivas actuaciones de la policía durante la etapa en que ésta a estado bajo las
órdenes de Juan Cotino, el delegado del gobierno del PP en la Comunidad Valenciana.

Para las 6 de la tarde estaba convocada una concentración de protesta por el
desalojo policial de dos casas okupadas en el barrio de Zaidía, pero mucho antes de
esa hora la policía ya había tomado literalmente todas las calles cercanas al lugar
de la convocatoria, pidiendo a documentación y acosando a todas las personas que se
acercaban a ese punto.

Posteriormente impidieron, con sucesivas y brutales cargas, que los jóvenes
concentrados pudieran manifestar su protesta por el desalojo de dos casas okupadas
en el barrio y transformadas en Centros Sociales no hace mucho. En estas cargas
policiales resultaron heridas de diversa consideración varias personas y fueron
detenidas otras cuatro. A lo largo de toda la noche numerosos colectivos sociales de
Valencia realizaban reuniones de urgencia para realizar gestiones sobre la situación
y paradero de los heridos y detenidos y articular la correspondiente denuncia contra
la actuación policial.

Hacia días que en Valencia se temía una actuación de este tipo por parte de
Delegación del Gobierno, presumiblemente porque antes de los cambios que se avecinan
en la Administración, su máximo representante en la CV desearía dejar un «buen
recuerdo» de su paso por el cargo, vengándose de alguna forma de sus pasados errores
al no conseguir que la Audiencia Nacional ratificara sus acusaciones de terrorismo
contra los cuatro encarcelados del CSA Malas Pulgas y otros okupas que han sido
detenidos en sucesivas ocasiones.

Desde CGT deseamos sumar nuestra voz a las denuncias por la brutalidad innecesaria
que se demostró ayer en Valencia contra un centenar de jóvenes okupas que deseaban
ejercer su derecho a manifestarse contra la falta de dotaciones sociales en los
barrios y contra los precios escandalosos que han alcanzado las viviendas en nuestra
ciudad. Asimismo resulta patético que se manden más policías que manifestantes para
impedir el corte de laguna calle secundaria, cuando hace pocas fechas que nuestra
ciudad ha sido paralizada, inundada de coches mal aparcados, agredida por
estruendosas detonaciones a cualquier hora de la noche, invadida de barracones
falleros cuya ubicación ha impedido circular a numerosos vecinos, etc. sin que esa
delegación del Gobierno se haya inmutado por semejante falta de respeto a las
personas que deseaban trabajar, circular o descansar.

Gabinete de Prensa de CGT