Artículo de opinión de Octavio Alberola

No he votado por Pedro Sánchez ni le votaré; pero, después de todo le que le está cayendo encima, desde la Derecha y la Izquierda, y, sobre todo, después del ataque traicionero y asesino de Felipe González, movilizando a los suyos en la Ejecutiva para forzar al partido socialista a cambiar el “NO” por un “SI” o una “abstención” a la investidura de Rajoy, cómo no gritar ¡Viva Sánchez!

No he votado por Pedro Sánchez ni le votaré; pero, después de todo le que le está cayendo encima, desde la Derecha y la Izquierda, y, sobre todo, después del ataque traicionero y asesino de Felipe González, movilizando a los suyos en la Ejecutiva para forzar al partido socialista a cambiar el “NO” por un “SI” o una “abstención” a la investidura de Rajoy, cómo no gritar ¡Viva Sánchez!

Por laz razones que sean, Pedro Sánchez sigue manteniéndose firme al frente de la Ejecutiva y en el “NO” a la investidura de Rajoy, y por eso se ha convertido en el único obstáculo -en el día a día- a tal investidura. De ahí los ataques, las maniobras y el linchamiento político y mediático sin precedentes de que es objeto.

Alguien ha escrito que “para estar acorralado y medio muerto resulta impresionante la cantidad de munición que se está despilfarrando en rematar a Pedro Sánchez. La balacera resulta realmente atronadora. La variedad y potencia destructiva de la munición empleada parece digna de una película de Marvel.”

Que la Derecha (el PP y Ciudadanos, etc.) le reproche, le incrimine y lo ponga por los suelos por su entercamiento en el “NO” se comprende, es normal. La Derecha va a lo suyo… y nunca ira a lo que propone la Izquierda, salvo si es lo mismo. Pero que la Izquierda no lo defienda, que lo triture o lo abandone es incomprensible. Por lo menos la Izquierda institucional “nueva”, esa que justifica su participación en el Sistema para provocar el “cambio”. Pues, de parte de “barones” y “baronesas” del PSOE, hace tiempo que se sabe lo que quieren, cuales son sus intereses y a quienes sirven…

A Pedro Sánchez se le acusa de embarcarse en el “no a Rajoy” por pura supervivencia política, por el solo afán de conservar el poder dentro de su partido. Y también por mezclar irresponsablemente los problemas orgánicos de su partido y los problemas de la gobernabilidad de España. ¡Cómo si no fuese eso lo que hacen todos los días los políticos! ¡Cómo si hubiera alguno que piense en otra cosa que en su carrera e intereses personales! ¡Cómo si la política fuese hoy algo más que un medio (una profesión) para los políticos de hacerse un nombre y un lugar en la pirámide del poder político y económico de la sociedad! Cómo si los políticos pudieran dejar de obedecer (remember Alexis Tsipras) a los que realmente tienen el Poder, a los que realmente mandan -hoy como ayer- en la sociedad, a los del Ibex.

No sé si Pedro Sánchez, el pipiolo fotogénico, les ha salido respondón y realmente quiere defender los principios del PSOE y la posición de la base socialista, mayoritariamente partidaria del “No es No”. O si solo es por orgullo y cabezonería que lo hace, cansado de pelear con los “barones” y la “baronesa” de Andalucía que quieren gobernar el partido desde la sombra. Difícil de saberlo. Lo único que si está claro es que toda esa banda y la Derecha se lo quieren cargar para impedir que el PSOE vuelva a ser siquiera un poco de Izquierda (socialdemócrata, por lo menos) y siga manteniendo el “No es No”.

Sea por lo que sea, dentro de pocos días sabremos si es una pelea por los principios o únicamente por el poder en el partido y quién la ha ganado. Pues parece poco probable que las “17 dimisiones” sean una maniobra para salvar el cuerpo y alma del PSOE… Como tampoco para recuperar la clientela progresista que hasta hace poco votaba “socialista”. A lo sumo, para intentar recuperar la clientela conservadora,

En todo caso, la división interna del PSOE no es cosa de ayer por la tarde. Más allá de los principios, la lucha por el poder es una constante en todos los partidos. Así pues, gane Sánchez y siga con su hoja de ruta o pierda y provoque una escisión que empeore aún más el resultado electoral del PSOE, el desenlace de esta guerra no modificará -en positivo- el bochornoso y desastroso panorama político actual en España.

Al contrario, más allá de esta guerra interna en el PSOE y de la corrupción imperante en el seno de la clase política, la realidad es que la corrupción no ruboriza ni a los corruptos ni a los que les frecuentan en las Instituciones del Poder, y que entre unos y otros están consiguiendo que el PP pueda seguir gobernando. Y lo más vergonzoso es que se lo permitirán sin siquiera obligarle a atenuar las políticas reaccionarias que han sumido en la precariedad laboral, el desempleo y la pobreza a muchas familias en el país.

Lo más indignante, del escandaloso espectáculo que nos ofrecen los políticos (y políticas) a día de hoy, no es solo la insensibilidad social y la desfachatez con la que los “viejos” muestran sus verdaderas ambiciones sino también la manera en que los “nuevos” (esos que iban a poner fin a la vieja política y provocar el “cambio”) muestran ahora -sin tapujos ni medias tintas- lo bien que se sienten formando parte de la “casta”. Esa que hace unos días denostaban…

Repito pues lo que dije al comienzo: no he votado por Pedro Sánchez ni le votaré, porque nunca he votado ni pienso hacerlo. Siempre he sido partidario de la abstención activa. Pero, dado que su actitud –consciente o inconsciente- ha dado pie a esta jauría de ambiciosos y serviles de los poderosos para arrancarle las carnes por su osadía de mantenerse en el “no es no” a Rajoy, ¿cómo no estarle agradecido? Pues, sea por lo que sea, ¡menudo espectáculo ha provocado!

Claro que no es de risa; pero tampoco de llorar… ¡Es la realidad descarnada de la política! ¡Es lo que hay!

Por eso, más que nunca, ¡abstención activa!

Octavio Alberola

 

 


Fuente: Octavio Alberola