Cuando la antigua RENFE se dividió en dos, los sindicatos que dicen ser de clase y que habría que llamarlos “¡qué clase de sindicatos!”, la avalaron con el argumento de ser una ley neutra, dijeron que no pasaba nada, que era una imposición, que no nos iba a afectar, etc.

CGT denunció por activa y por pasiva lo que nos depararía. Finalmente, el tiempo nos ha dado la razón: la Ley del Sector Ferroviario no es neutra y sí nos está afectando, lo último, la segregación de las mercancías en 4 empresas.

Por si fuera poco, desde la entrada de la Ley del Sector Ferroviario, nos estamos encontrando lo que podríamos denominar Reinos de Taifas en ADIF, en los que, dependiendo del territorio en que nos encontremos, se trabaja de una forma u otra, con unas u otras normas.

Por si fuera poco, desde la entrada de la Ley del Sector Ferroviario, nos estamos encontrando lo que podríamos denominar Reinos de Taifas en ADIF, en los que, dependiendo del territorio en que nos encontremos, se trabaja de una forma u otra, con unas u otras normas.

Además de la consabida falta de personal, esos “califas” que surgen en algunas oficinas y que olvidan que estamos en una empresa con una normativa para todos, y en la que los trabajadores, le pese a quien le pese, aún tenemos derechos y obligaciones, se están encargando de instaurar el caos entre los trabajadores implantando gráficos o la “obligatoriedad” de cursos “formativos” que no tienen nada que ver con sus funciones, o con funciones desconocidas hasta el momento; estos nuevos caudillos dictaminan en función de lo que menos problemas les suponga en su tarea de gobierno, más allá de la legalidad de las medidas a tomar, ¿por qué será que se les olvida tan fácilmente lo que es la normativa en cuanto a horarios y turnos, o a cursos?, ¿se debe también a este “olvido selectivo” el que en determinados ámbitos, al mirar las nóminas en períodos vacacionales, se echa en falta el abono de la media de los encargados de trabajo, que según el acuerdo nos corresponde?

Conclusión: cuando se atenta contra nuestra regulación laboral, convirtiendo los puestos de trabajo en Reinos de Taifas, en vez de una Normativa que nos regule, nos encontraremos con esos personajes que disponen a su antojo y amenazan. Habría que preguntarse hasta qué punto los trabajadores consentimos esto, y también, hasta qué punto se encuentran algunos sindicalistas en ese conformismo, ¿o habría que decir “sindicalistos”?.

¡YA ES HORA DE HACER VALER TUS DERECHOS!

ADIF 17/06/2011 102

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