Las organizaciones sociales hemos de dar respuesta a la campaña que se lanza en pro del Canon, cuyo beneficiario máximo son ciertas organizaciones empresariales.

Las organizaciones sociales hemos de dar respuesta a la campaña que se lanza en pro del Canon, cuyo beneficiario máximo son ciertas organizaciones empresariales.

Dentro de este marco hemos de considerar la carta remitida por Jaume Sisa a El País, que podemos consultar en www.nodo50.org/tortuga/ article.php3 ?id_article=7771

Al lobby encargado de defender los intereses de las empresas del sector no les parece mal que la derecha española se les oponga sobre el papel, porque en la practica han mostrado un apoyo igual al del PSOE, aprobando por consenso la nefasta legislación que tenemos. Creían que podrían explotar electoralmente el filón de los descontentos con el canon.

Y digo que no les ha venido mal porque ahora pueden hacer un juego dialéctico, en el que venden de “progresista” el canon y, al ser criticados por la derecha, tradicional aliada de la patronal, dan la imagen de no tener ningún interés económico.

Este lobby sabe que cuentan con gran oposición entre la población joven y no conservadora.. Y me da la impresión de que este articulo de Jaume Sisa trata de hacer un trabajo para recuperar la confianza de ese colectivo.

En las primeras palabras de su texto ya se posiciona alegando lo mal que le sienta que al canon le llamen así y justifica que es un derecho de compensación. No explica por qué algunos ciudadanos tenemos que compensar a la Sociedad General de Autores y Editores cuando no hacemos uso de las “obras” de sus artistas, les pagamos por tener un móvil, por hacer el DVD de fotos de familia…
Siguiendo con el texto, su estrategia cambia al victimismo, pero en el cual mete de paso la comparación del impuesto por la gasolina, los márgenes de los intermediarios en la alimentación, royalties a marcas y patentes, las operadoras con sus tarifas… Y compara indirectamente el canon diciendo : “pero que estos cantamañanas quieran cobrar por lo que ellos llaman trabajo, ¡habrase visto !”. No sé si hemos de entender el mensaje como que al haber tantos impuestos y situaciones de abuso económico, hemos de asumir el canon como tal al grupo, o que quieren diferenciar el canon del resto diciendo que ellos trabajan.

No puedo pasar sin recordarles que el abusivo impuesto por la gasolina, los márgenes de los intermediarios en la alimentación, las operadoras con sus tarifas, aunque abusivos, te cobran por el uso de esos “servicios”, a diferencia del canon. Y si de trabajar hablamos, también trabajan en las gasolineras, operadoras y demás, a pesar de que los curritos nos llevemos una absoluta mínima fracción del beneficio empresarial.

El resto del texto trata de identificar a los internautas y demás colectivos contrarios a los intereses de la SGAE y hermanas con la derecha española, habla de presiones de lobbies empresariales, como si ellos fueran un inocente colectivo de ciudadanos sin ningún interés empresarial en el tema.

Es ahí donde los colectivos sociales hemos de intervenir y desenmascarar a esta gente y sus intenciones. Y nunca entrar en el juego de plantear la temática en torno al canon como una lucha entre patronales, que de eso ya se encargarán los interesados.

Si defendemos la injusticia que supone el canon, que sea por los aspectos sociales y por la supresión de cánones, diezmos, impuestos y levas contra las personas en favor de poderosas organizaciones.


Fuente: Carlos Bahillo