A las 18h desde la Pl. Sant Agustí.

Manifiesto

Manifiesto

Desde el estallido de la crisis económica en 2008 y al ritmo que se desmantelaban los servicios públicos con recortes en sanidad, educación, prestaciones sociales como la de dependencia o las pensiones junto con la ejecución de desahucios diarios y el aumento de la precariedad del trabajo a través de la reforma laboral dejando familias en paro abocadas a la miseria y a la desesperación, los diferentes sectores populares nos organizamos en las diferentes luchas sindicales, en movimientos sociales en defensa de la sanidad y la educación así como en otros muchos campos de lucha mostrando el descontento con esta situación de crisis.

Ante esto, la respuesta que obtuvimos fue la de más reformas y recortes de derechos y libertades democráticas para acallar la protesta social y la lucha en la calle.

El caso de Alfon y la represión de la Huelga General de 2012, Can Vies y Gamonal, la brutalidad policial con la cual se reprimió la Primavera Valenciana, los 10 antifascistas de Zaragoza o Sergi en Barcelona, la lucha contra los desahucios que ha acabado en numerosas ocasiones con detenidos, la criminalización de la lucha anarquista con operaciones policiales como “Pandora” o “Piñata”, los casos de Miguel e Isma o Carlos y Carmen, tomados como Otegui, Noelia Cotelo o Roberto Vaquero y tantos otros que están a la espera de juicio o pendientes de encarcelamiento, la persecución de la actividad en centros sociales como La Trava, las 13 Rosas o los gaztetxes en Euskal Herria y muchos casos más dejan ver que todos los sectores de lucha, sea cual sea su ideología o ámbito de actuación se han visto asfixiados por la bota de la represión.

Montajes policiales, multas de elevada cuantía económica, juicios-farsa con penas de varios años de prisión para muchos activistas y otras muchas medidas represivas han estado a la orden del día en una escalada de represión que ha ido desde casos ejemplarizantes utilizados como cabezas de turco como lo es el caso de Alfon o Molero a la persecución de organizaciones al completo como Askapena, el PML(RC) o Causa Galiza.

Antes todo esto, los diferentes sindicatos y organizaciones políticas tenemos que estar unidos pues la represión no entiende de ideologías ni posicionamientos y solamente se frenará con una respuesta unitaria, firme y conjunta.

No tenemos que permitir que ningún compañero más acabe encarcelado, multado, detenido o encausado. Frente a la represión la solidaridad es una sola voz.

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