Sábado 17 de diciembre a las 18h en la plaza Mossen Clapés, Barcelona (Metro L1 Torras i Bages)

Sucesivas olas especulativas han arrasado Barcelona en el último cuarto de siglo. Una tras otra, hemos sufrido las Olimpiadas, las plazas duras (cementada por Molinos, Navidad y compañía), el 22 @, el Foro de las Culturas y la llegada del AVE (tren de lujo para conectar capitales). San Andrés no ha escapado a la epidemia. La macroestación de la Sagrera y sus "viales" (como el que había que hacer en el lugar donde estaba el CSO El Palomar y no se hizo nunca) han puesto San Andrés en el punto de mira de la especulación. Los cines Lauren, la Maquinista, el Heron City y el Corte Inglés son algunas de las consecuencias.

La fiebre del ladrillo ha expulsado a muchas personas que no han podido asumir el incremento del coste de la vivienda, un 1160% desde el año 1984. Antes, la vivienda era el 10% del presupuesto familiar, hoy sube más arriba del 40%. Mucha gente se ha quedado sin casa.

Por el contrario, muchas casas se han quedado sin gente, casas que los especuladores mantienen abandonadas a la espera del negocio. Los locales han sufrido el mismo proceso; acentuando así el problema de la falta de espacios para que la gente pueda desarrollar sus inquietudes.

La fiebre del ladrillo ha expulsado a muchas personas que no han podido asumir el incremento del coste de la vivienda, un 1160% desde el año 1984. Antes, la vivienda era el 10% del presupuesto familiar, hoy sube más arriba del 40%. Mucha gente se ha quedado sin casa.

Por el contrario, muchas casas se han quedado sin gente, casas que los especuladores mantienen abandonadas a la espera del negocio. Los locales han sufrido el mismo proceso; acentuando así el problema de la falta de espacios para que la gente pueda desarrollar sus inquietudes.

Parte de esta gente no se ha resignado a irse ni a no tener espacios y ha elegido la vía de la okupación. Rehabilitando espacios abandonados, las casas y centros sociales okupados han dado una respuesta efectiva al problema de la vivienda al tiempo que han generado una enorme cantidad de proyectos y actividades. La respuesta del gobierno ha sido siempre la represión, policial, judicial y mediática.

Los bancos se han lanzado de cabeza al gran botín de la especulación inmobiliaria. Ofreciendo todo tipo de garantías y facilidades han conseguido contratar miles y miles de hipotecas astronómicas. Todo el mundo era feliz, todo iba bien. Pero el castillo de naipes se ha desmoronado con la crisis y el paro. Hoy, muchas familias no pueden hacer frente a sus hipotecas. Los bancos, que antes eran amables y sonrientes, ahora no dejan pasar ni una. Se muestran como los buitres que son, planeando sobre sus presas. El más mínimo retraso se convierte en un desahucio. Y no sólo se quedan el piso, para revenderlo precios altísimos, sino que obligan a seguir pagando la hipoteca. No tienen de escrúpulos.

El gobierno envía policías a desalojar y desahuciar mientras inyecta dinero público para «rescatar» los bancos y protege las casas que la especulación mantiene abandonadas. La crisis la paga el pueblo. Mientras miles de personas se quedan sin casa, miles de casas siguen sin gente. Por eso salimos a la calle a gritar bien fuerte que no lo entendemos, que no lo aceptamos y que no nos quedaremos de brazos cruzados.

Estábamos indignadas ya antes de la crisis. Ahora estamos decididas, queremos pasar a la acción y apostamos por autoorganizarse nosotros. Nadie nos sacará de este agujero, sólo el pueblo salva al pueblo.

Manifestació contra els desallotjaments i els desnonaments

nike free run 5.0 soccer