El peso del Sector Aéreo en la economía.

Según datos, oficiales e independientes, (Aena, Comisión Europea, Organización de Aviación Civil Internacional OACI-ICAO, Grupo de Acción del Tranporte Aéreo ATAG, Asociación de Compañías de Transporte Aéreo ACETA):

 

– En 2010 el transporte aéreo generó el 8% del PIB mundial, gestionando alrededor de 2.500 millones de pasajes y el 40% del valor de las exportaciones.

– La actividad de los 450 aeropuertos europeos supuso en 2009 unos ingresos de 220.000 millones de euros, sosteniendo más de 4,5 millones de puestos de trabajo.

– En España el Sector Aéreo es responsable del 7% PIB gestionando 652.000 toneladas de mercancías y casi 193 millones de pasajes en 2010.

– En 2010 el transporte aéreo generó el 8% del PIB mundial, gestionando alrededor de 2.500 millones de pasajes y el 40% del valor de las exportaciones.

– La actividad de los 450 aeropuertos europeos supuso en 2009 unos ingresos de 220.000 millones de euros, sosteniendo más de 4,5 millones de puestos de trabajo.

– En España el Sector Aéreo es responsable del 7% PIB gestionando 652.000 toneladas de mercancías y casi 193 millones de pasajes en 2010.

– El Sector Aéreo es un soporte vital principal de nuestra economía pues más del 75% del turismo llega por avión.

– Se estima que por cada 1000 pasajeros aerotransportados se crea y mantiene un puesto de trabajo directo y casi tres indirectos.

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Puede afirmarse que en nuestro pais, tanto a nivel económico como social, las infraestructuras aeroportuarias y aeronáuticas tienen un carácter estratégico, incluso crítico en el caso de Baleares, Canarias y Melilla.

A la vista de los datos en GGT consideramos, sin ningún lugar a dudas, que en nuestro país el Sector Aéreo es un motor económico de primer orden que no puede “ajustarse de oido”, escudándose en situaciones de crisis y recortes generalizados.

Lucro frente a Bien Común y la “burbuja económica” en el Sector Aéreo

Desde el inicio de la aviación y durante décadas la actividad del Sector Aéreo se mantuvo a nivel mundial bajo un estricto control de los estados, haciendo primar criterios estratégicos, de estabilidad económica y de seguridad, pero en 1978, con la excusa de acabar con los monopolios y abaratar precios se inició en USA la desnacionalización de aerolineas, y la desregulación y liberalización del negocio. La UE comenzó con este proceso en 1987, con un desarrollo por paises muy irregular.

Con el único objetivo declarado de abaratar precios, “el mercado” impulsó una “Lowcostización” creciente que atentó frontalmente contra la estabilidad en el empleo y las condiciones de trabajo.

La “Lowcostización” ha mandado a la quiebra a varias grandes compañías (TWA, Sabena, Swissair, Avianca, Varig, Delta, Alitalia, Japan, Spanair), y la historia siempre ha terminado igual, los gestores se jubilan con indemnizaciones astronómicas y los trabajadores van al paro o son reabsorbidos por el negocio con una merma sustancial de las condiciones laborales y salariales.En nuestro pais “aerolíneas de bajo coste” resultaron ser también de “alto riesgo económico” como Air Madrid y Air Comet, que con un estilo empresarial “genuino” tiraron los precios hasta arruinarse y cerrar, dejando sin cobrar a los trabajadores, pero después de haber estado “cubriéndose el riñón” los patrones y “tapando agujeros” con dinero público.

La liberalización y la desregulación también han supuesto el desembarco en el Sector Aéreo de empresas totalmente ajenas y meros inversionistas especuladores, con desconocimiento absoluto de la especificidad del negocio, baste como ejemplo la constitución de Iberia Express con socios tan advenedizos e ignorantes como constructoras y alimentarias.

El control del tráfico aéreo está siendo precarizado y en algunos casos hasta desmantelado para sustituirlo por sistemas automáticos meramente informativos.

El Mantenimiento y Conservación de Infraestructuras y equipos técnicos, está siendo recortado y abaratado hasta el límite de lo aceptable.

También en el Handling o Asistencia en Tierra campa a sus anchas la “subcontratación en cadena”, incluso a ETTs, adaptando el trabajo a la demanda temporal con la desconexión y desactualización que supone para los trabajadores, generando una situación muy peligrosa en un entorno tan especializado como es el Sector Aéreo.

Respecto de Aena, reiteramos que su deuda no es producto del déficit de explotación de ciertos aeropuertos pequeños, porque éste ha existido siempre, y siempre se ha compensado con su funcionamiento en red y su “caja común”. Denunciamos que se utiliza sesgadamente el desglose de los datos económicos para justificar el desmantelamiento de la red integrada y su venta “al despiece” escogiendo sólo las mejores “tajadas”, para lucro de grupos económicos y en perjuicio de la rentabilidad social de un modelo solidario de Servicio Público.

La deuda de Aena, es producto de una muy fuerte inversión patrimonial en infraestructuras públicas (básicas para el turismo y que nos ha puesto en primera línea mundial en capacidad). Pero es perentorio aclarar, públicamente, a qué obedece la desmesura presente en determinadas infraestructuras. Los responsables deben explicar particularizadamente, plan por plan y caso por caso, cuando han existido sobredimensionamientos demasiado optimistas (para necesidades a un plazo exorbitado) y cuando sencillamente se ha obedecido a intereses políticos o de “ladrillazo”.

También hay que contemplar una presunta “mala gestión” de la deuda de Aena, con planes de amortización demasiado breves tratándose de patrimonio público, y despejar si esto se ha producido por error de previsión (caso en que los responsables debieran dar la cara) o se ha hecho interesadamente, tratando la gestión de la deuda como un negocio en sí mismo (caso en que deberían depurarse responsabilidades legales).

En todo caso no es admisible que se quieran cargar los costes de la deuda de Aena sobre los trabajadores, destruyendo 1500 empleos y precarizando la plantilla propia y la de las Asistencias Técnicas.

CGT reclama transparencia total en la gestión del Sector Aéreo, y un tratamiento legal de las actividades de transporte aéreo de personas no como negocios privados sino como un Servicio Público, convenientemente regulado, reglamentado, controlado e inspeccionado por estamentos públicos, con el fin de hacer primar la Calidad, la Seguridad y el Bien Común sobre el puro lucro.

El trabajo en el Sector Aéreo

Según datos de ATAG respaldados por ACETA en su informe 2011, la media de productividad de los empleados del Sector Aéreo es 3,5 veces más alta que el promedio de otros sectores.

Este dato es poco conocido por el gran público, al igual que las circunstancias en las que los aeronáuticos y aeroportuarios desempeñamos nuestro trabajo.

Para que una persona se pueda trasladar en un avión comercial se requiere la concurrencia de una gran variedad de trabajadores con tareas especializadas, complementarias e interdependientes, y que deben sincronizarse “en tiempo real” como los integrantes de una orquesta:

Se precisan profesionales cualificados para conservar equipos, infraestructuras, pistas y edificios, limpios y funcionando correctamente. Atender la emisión de billetes, facturación del equipaje, información, espera activa (restauración y comercios), carga de equipaje, embarque del pasaje. Mantener, limpiar y repostar los aviones. Gestionar las posiciones de estacionamiento y embarque. Atender, guiar y maniobrar equipos y vehículos especiales, remolcar los aviones en tierra. Tratar mercancía y carga de todo tipo en condiciones de seguridad laboral y medioambiental. Vigilar y garantizar la seguridad, la salud y la integridad física de los usuarios en todo momento. Prevenir situaciones de riesgo y gestionar y atender las emergencias cuando surgen. Mantener escrupulosamente los equipos de control, información y asistencia a la navegación aérea. Tripular el avión en condiciones de seguridad. Gestionar eficientemente el espacio aéreo.

La mayoría de estas tareas son tan específicas que sólo existen en el Sector Aéreo, otras aparentemente comunes precisan de una importante especialización, y absolutamente todas requieren del conocimiento y la aplicación fluida y correcta de procesos operativos complejos.

Desde CGT queremos exponer y recalcar que el entorno aeroportuario es especialmente riesgoso para el trabajo y requiere de los trabajadores una actitud permanente de precaución, prevención y anticipación para mantener la seguridad y la salud propia y de los usuarios. Las actividades aeronáuticas, mantenimiento, tripulación de aeronaves, regulación y control del tráfico aéreo implican asumir responsabilidades legales sobre riesgos ciertos que, aunque con una muy baja probabilidad, tienen consecuencias trágicas cuando se materializan.

Considerando los datos de actividad es patente que la profesionalidad de los trabajadores y trabajadoras del Sector Aéreo, Aeronáuticos y Aeroportuarios, previene y evita cada día que decenas de situaciones de riesgo potencial se materialicen, y que esta labor pasa totalmente desapercibida mientras no ocurre un accidente.

Desde CGT denunciamos la gravedad que reviste la precarización creciente de las condiciones de trabajo que sufre todo el Sector Aéreo y que en forma de recortes, amenazas, modificaciones impuestas de ritmos y tiempos, EREs, despidos, están alterando de manera muy importante el clima laboral y la calidad y seguridad del desempeño de los trabajadores, llegando a atentar contra su estabilidad anímica y capacidad de concentración, incrementando el riesgo de surgimiento de “cadenas de errores” que pueden tener consecuencias catastróficas. Podemos recordar una máxima: “Si la seguridad parece cara, no quieran probar a tener accidentes”.

En CGT queremos enviar un mensaje claro y directo a la opinión pública, a los responsables políticos y a los 193 millones de pasajeros que transitan nuestros aeropuertos:

En el Sector Aéreo la desprofesionalización y la precariedad laboral son extremadamente peligrosas porque generan inseguridad. La “eficiencia” construida a base de amenazas, precariedad, subempleo y subcontratación de actividades en cadena, sin más objetivo que el abaratamiento de costes, linda con el consentimiento en la chapuza y en CGT no lo toleramos.

Los Trabajadores del Sector Aéreo, Aeronáuticos y Aeroportuarios, responsables de las tareas que hacen posible la actividad, queremos seguir garantizando la calidad y la seguridad operacional, y por esto luchamos contra la precariedad laboral.

Estamos contra una gestión de lucro y rapiña, y a favor de una Economía del Bien Común y un Servicio Público en beneficio de toda la sociedad.

CGT convoca a los trabajadores del Sector Aéreo, Aeronáuticos y Aeroportuarios, a iniciar movilizaciones con una concentración, el próximo 26 de octubre, en el aeropuerto de Barajas, a las 11:00 locales, frente a salidas de la T2.

Coordinadora de secciones sindicales del Sector Aéreo

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Fuente: Coordinadora de secciones sindicales del Sector Aéreo