No basta con la devolución de los llamados Papeles de Salamanca,
Ahora, después de casi 30 años de esta lucha desigual, cuando parece que hay sectores sociales importantes que hablan de rescatar la memoria de un país, creemos oportuno volver a insistir en que no basta con la devolución de los llamados Papeles de Salamanca, sino que creemos que entidades como el Ateneo Enciclopédico Popular merecen tener la misma consideración que buena parte de las organizaciones, personas, partidos y sindicatos, víctimas del franquismo a los que se les ha restituido parte de su patrimonio. No ha sucedido lo mismo con el Ateneo Enciclopédico Popular
No basta con la devolución de los llamados Papeles de Salamanca,

Ahora, después de casi 30 años de esta lucha desigual, cuando parece que hay sectores sociales importantes que hablan de rescatar la memoria de un país, creemos oportuno volver a insistir en que no basta con la devolución de los llamados Papeles de Salamanca, sino que creemos que entidades como el Ateneo Enciclopédico Popular merecen tener la misma consideración que buena parte de las organizaciones, personas, partidos y sindicatos, víctimas del franquismo a los que se les ha restituido parte de su patrimonio. No ha sucedido lo mismo con el Ateneo Enciclopédico Popular

Lunes 2 d’octubre de 2006
19,30 hores
CCCB, Montalegre 5, Barcelona

con :
Pera-Joan Pujol (President Federació d’Ateneus de Catalunya)
Manel Aisa (Presidente de l’Ateneu Enciclopèdic Popular)
Adolf Castaños (Vicepresident de l’Ateneu Enciclopèdic)
Carles Sanz( Ateneu Enciclopèdic)
Organitza : Ateneu Enciclopèdic Popular i Federació d’Ateneus de Catalunya

MANIFESTO DEL ATENEU ENCICLOPÈDIC POPULAR

Los pactos de silencio de la llamada transición española llevaron al ostracismo a entidades como el Ateneo Enciclopédico Popular que fundado el año 1902 por libertarios aficionados a la lectura como Josep Tubau y Eladi Gardó contaron con el apoyo incondicional de Francesc Layret, Lluís Companys, Lluís Bulfi y otros obreros y intelectuales surgidos de la clase obrera que tenían un gran anhelo cultural, pedagógico y también reivindicativo hacia la sociedad

Durante el primer tercio del siglo XX el Ateneo se convirtió en un referente tanto de la cultura como de los movimientos sociales del pueblo de Barcelona, llegando a tener durante la década de los años 10 y 20 más de 20.000 asociados e innumerables secciones que aportaron una gran diversidad de criterios de conocimiento y de relaciones humanas, todas encaminadas a fomentar el colectivismo de las personas. Durante este periodo el Ateneo fue adquiriendo un gran patrimonio humano y material como lo demuestran los cuatro pisos y los bajos de la calle Carme 30, un piso en la calle de Santa Anna, así como el terreno de la Rambla esquina Pintor Fortuny (donde hoy hay un hotel), y además, el chalet de la Molina, expoliado por los Falangistas después de la Guerra Civil Española y hoy adscrito a la Generalitat de Cataluña.

En este periodo, también, personas de la cultura catalana como Joan Salvat-Papasseit, Joaquín Maurín, Victor Colomer, Manuel Ainaud de Lasarte, Joan Bastardas, Jaume Aiguader, Josep Mª de Sucre, Joan Amades, Angel Pestaña, Salvador Seguí, etc, formaron parte activamente del Ateneo.

Después de los desastres de la guerra, el 26 de enero de 1939 se produjo la ocupación por parte del ejército franquista de la ciudad de Barcelona. Las tropas fascistas dejaron ir toda su cólera quemando la Biblioteca y los documentos de archivo ubicados en la sede del Ateneo de la calle de Carme nº 30. Sin duda, las tropas franquistas tenían aprendida la lección que había impuesto el General Emilio Mola : “Hay que acabar con la cultura obrera” y el General José Millán Astray : “Viva la muerte”.

Llegada la negra noche del silencio, el Ateneo Enciclopédico Popular (A. E. P.), como otros colectivos, sufrió exilio, prisión y muerte. Durante la postguerra el franquismo intentó exterminar la cultura obrera. El miedo se instaló en todas las casas y las personas no se atrevían a hablar de su propia memoria.

Con la muerte del dictador y la democracia reinstaurada, un grupo de antiguos ateneístas y jóvenes inquietos, poco a poco recuperábamos de nuevo el espíritu ateneísta de una entidad barcelonesa como fue el A. E. P. Así, el año 1977 renacía de nuevo el Ateneo Enciclopédico Popular de Barcelona dispuesto a rescatar no solo la memoria del Ateneo, sino también la de todo un pueblo que había luchado contra el fascismo y que en ciertos momentos había sido capaz de vencer el enemigo.

Desde entonces, el AEP siempre ha encaminado sus actividades con la intención de rescatar la memoria del pueblo desde sus raíces para continuar su labor de ser una especie de Universidad Popular. Durante este tiempo ha ido convirtiendo su biblioteca, hemeroteca y fondo de documentación (actual Centro de Documentación Histórico-Social) en uno de los más importantes fondos de documentación sobre el movimiento obrero del Estado español. Paralelamente ha organizado una serie de actividades a través de conferencias, debates, exposiciones itinerantes, recitales poéticos, colaboraciones con medios de comunicación nacionales y europeos para la elaboración de documentales audiovisuales, exposiciones, … con la finalidad de rescatar la memoria silenciada de la cultura de nuestro pueblo.

A pesar de este indudable esfuerzo, siempre sin ánimo de lucro por parte de los ateneístas, tanto en nuestra etapa de la calle Montalegre nº 5 como en la actual sede del Paseo de St. Joan nº 26, con unos recursos muy limitados, nuestro trabajo siempre ha estado cargado de generosidad para recuperar aquello que había sido nuestra propia historia como pueblo, porque sabíamos y sabemos que, para proyectarse hacia el futuro, necesitamos conocer nuestro pasado.

Así, cien años después, la idea del Ateneo Enciclopédico continua siendo la misma : propagar la cultura popular en un mundo donde la formación moral del ser humano ha sido substituida por la máquina capitalista.

Ahora, después de casi 30 años de esta lucha desigual, cuando parece que hay sectores sociales importantes que hablan de rescatar la memoria de un país, creemos oportuno volver a insistir en que no basta con la devolución de los llamados Papeles de Salamanca, sino que creemos que entidades como el Ateneo Enciclopédico Popular merecen tener la misma consideración que buena parte de las organizaciones, personas, partidos y sindicatos, víctimas del franquismo a los que se les ha restituido parte de su patrimonio. No ha sucedido lo mismo con el Ateneo Enciclopédico Popular.

Por todo esto, creemos que los actuales gobernantes tienen que restituir el patrimonio a los ateneístas de hoy, sobretodo, si tenemos en cuenta, que gran parte de bibliotecas, teatros y diversos lugares de reunión y debate fueron construidos con el sacrificio y las aportaciones de las clases populares.


Par : Ateneu Enciclopedic Popular


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Fuente: Ateneu Enciclopedic Popular