En España cualquier empresa para realizar un desamiantado debe estar acreditada en el registro de Empresas con riesgo de amianto (RERA). Las administraciones autónomas son las encargadas de vigilar y controlar tanto el contenido de los planes de trabajo como su posterior ejecución para velar por las garantías legales de seguridad (recordemos que el amianto es altamente cancerígeno).

En España cualquier empresa para realizar un desamiantado debe estar acreditada en el registro de Empresas con riesgo de amianto (RERA). Las administraciones autónomas son las encargadas de vigilar y controlar tanto el contenido de los planes de trabajo como su posterior ejecución para velar por las garantías legales de seguridad (recordemos que el amianto es altamente cancerígeno).

En Castelldefels se encarga la descontaminación justamente de los jardines de la Rocalla, fábrica por otro lado causante de todos los daños, a una empresa que en principio cumple con todos los requisitos establecidos y este es el resultado.

Por un lado se manipula un contenedor de productos peligrosos sin embalar, el trabajador se encuentra desprovisto del mono y mascarilla auto filtrante equipo indispensable para estas tareas y para colmo los transeúntes desconocen el riesgo de este paso provisional que no se encuentra señalizado como es debido, es decir con la inscripción “peligro de inhalación de amianto“.

Éstas y otras anomalías fueron denunciadas por los vecinos al Departamento de Salut i Seguretat Laboral de la Generalitat, que se personó en la zona evidenciando la falta de profesionalidad y el incumplimiento de la ley motivo que desemboco en una actuación de oficio contra la empresa responsable. Las labores de desamiantado quedaron paralizadas hasta nueva orden, las zonas contaminadas debidamente delimitadas y recubiertas de un plástico protector, pero la confianza no se restablecerá tan fácilmente, la experiencia del amianto en Castelldefels no puede ser más decepcionante.

Con el cuento de la alarma social en nuestra ciudad todos van medrando, mientras muchas personas cándidamente atraviesan el solar afectado camino del Centro Comercial


Fuente: Laura Martín