Nuestra salud va más allá de las gafas

 

Recientemente, la dirección informó de que va a contratar a una empresa para acosar a los que se encuentren de baja por contingencia común. Según dicen, por los altos niveles de absentismo. Sin embargo, tal y como actúa la empresa no parece tener ninguna intención de que baje el absentismo, por lo que seguramente sea solo una excusa para seguir acosando a los trabajadores. Basta con ver cómo cada medida de presión que toman para aumentar la productividad o ahorrarse dinero tiene como consecuencia directa el deterioro de nuestra salud y, por lo tanto, que se dispare el número de bajas.

Recientemente, la dirección informó de que va a contratar a una empresa para acosar a los que se encuentren de baja por contingencia común. Según dicen, por los altos niveles de absentismo. Sin embargo, tal y como actúa la empresa no parece tener ninguna intención de que baje el absentismo, por lo que seguramente sea solo una excusa para seguir acosando a los trabajadores. Basta con ver cómo cada medida de presión que toman para aumentar la productividad o ahorrarse dinero tiene como consecuencia directa el deterioro de nuestra salud y, por lo tanto, que se dispare el número de bajas. El aumento de las jornadas de trabajo, la disminución de los tiempos de descanso, la eliminación de los autobuses, la desaparición de los tiempos de trabajo para inventarse objetivos inalcanzables, la aplicación de su disciplina industrial, pretender que hagan entre 2 trabajadores lo que hasta ahora se hacía entre 3, etc…Todo esto repercute seriamente en la salud de la plantilla y crean lesiones (reconocidas o no como laborales) que aumentan esos niveles de absentismo de los que se quejan.

Los métodos aplicados, según ellos, para bajar el absentismo, no funcionan para tal fin. Medidas como el punto de pagar menos a los que se encuentran de baja solo ha servido para robarles dinero a los enfermos, lo cual, seguramente, era lo que pretendían.

La realidad es muy simple: cuando alguien no está en condiciones de trabajar, seguirá sin estarlo hasta que se recupere. Por mucho que la empresa les acose o les quite dinero la cantidad de gente enferma o lesionada no bajará. Ni siquiera ha bajado con el precedente reciente de un ERE bajo criterios de absentismo.

Ya no somos la plantilla joven de hace 2 décadas. Nuestra media de edad roza los 50 años y son muchos los que arrastran lesiones y enfermedades laborales (reconocidas o no) como consecuencia de las tácticas de explotación empresarial y la corrupción de órganos supuestamente independientes cuya única prioridad debería ser velar por nuestra salud.

Son innumerables las lesiones y accidentes que hemos sufrido durante nuestra vida laboral por la falta de medidas de seguridad o equipamiento y de unas valoraciones de riesgos de muchos puestos de trabajo que no se corresponden en absoluto con la realidad y que parecen haber sido confeccionadas para evitar que la empresa invierta tiempo y dinero en que los operarios trabajen dentro de unos límites aceptables de ergonomía y seguridad.

En las reuniones de salud laboral, la empresa ignora sistemáticamente las exigencias del comité. Solo a base de denuncias se ha logrado mejorar las condiciones de algunos puestos de trabajo mientras que muchos otros se mantienen en unas condiciones lamentables.

Todo este despreció de la empresa por nuestra salud es lo que ha propiciado los niveles de absentismo de los que se quejan. Ahora, en un ejercicio de cinismo e hipocresía, quienes llevan toda la vida incumpliendo las leyes de prevención de riesgos nos anuncian que van a perseguir a los enfermos.

CGT entendemos que este es un problema grave (otro más) y que requiere una respuesta contundente que incluya paros. Esta fue nuestra propuesta al comité porque sabemos que es la única forma de presionar a la empresa para que recule. Si no peleamos por esto ahora, ya estaremos asumiéndolo, lo que servirá de excusa dentro de unos meses para que aparezca plasmado como punto del próximo convenio.

Seguimos esperando el apoyo del resto de sindicatos, aunque uno ya nos adelantó, restándole importancia al asunto, que no es la primera vez que contratan una empresa para tales fines. A nuestro entender, hay muchas cosas, demasiadas, que se han permitido a la empresa llevar a cabo (como un ERE improcedente, sin ir más lejos). Los errores del pasado no deben servir de excusa para repetirlos sino aprender de ellos y luchar por aquello que todos sabemos que es una injusticia. Estamos a las puertas de un convenio, con la empresa continuamente provocándonos para medir nuestras fuerzas y hasta ahora lo único que han transmitido los representantes de los trabajadores es debilidad.

CGT no se va a quedar de brazos cruzados ante estas agresiones al sector más débil de la plantilla, un sector del que todos, en uno u otro momento, formamos parte, mientras la empresa, gran culpable del deterioro de nuestra salud durante décadas, continúa empeorando nuestras condiciones de trabajo en sus líneas tercermundistas pintadas de blanco y azul.


Fuente: Sección Sindical de CGT en ZF-TRW