Leo asiduamente los análisis que muchos pseudointelectuales publican a través de los diversos medios. Con muy elaborados argumentos y rebuscado vocabulario se afanan en desgranar razonamientos, juicios, e incluso augurios.

Leo asiduamente los análisis que muchos pseudointelectuales publican a través de los diversos medios. Con muy elaborados argumentos y rebuscado vocabulario se afanan en desgranar razonamientos, juicios, e incluso augurios.

Pero muchos de ellos, aunque con lenguaje suntuoso y proselitista se quedan en simple forma y adolecen de contenido. Y es que decir y pensar no solo no son sinónimos sino que, además, en la mayoría de los casos son términos completamente antiteticos.

Un ejemplo de esta dicotomia es un artículo que publicaba La Razón (curioso título para un periódico que de razonable solo tiene el nombre) hablando sobre el masivo incremento de inmigración que nuestro país experimenta (aunque alguno le gustaría decir que la sufre). Hablaba de cifras, de hechos, de ejemplos… todo para finalmente crear un discurso flaco, insulso y sin cimientos. Las cifras son números, no verdades, como tampoco lo son ni hechos los ni los ejemplos, sino son anécdotas en su mayoria de una realidad mucho mayor.

Detrás de esos datos y esas cifras es donde descansan verdades que a muchos no interesan en la medida que no contribuyen a sustentar sus hipotesis.

La inmigración, es innegable, tiene un sabor amargo en nuestro pais, pero en lugar de remitirme a los datos y a las cifras a las que alguno alude que muestran las evidencias que todos vemos, prefiero ir un paso más allá y preguntarme sobre las causas que provocan estos hechos. Sin ser un gran analista político, ni sociólogo, ni otra cosa que un profundo ignorante no me cuesta adivinar que cualquier PERSONA (inmigrante o no) en igualdad de condiciones opta por el el bien frente al mal (valores universales que en abstracto comparten todas las religiones, ideologias o código de conducta) o la legalidad frente a la ilegalidad, en términos prácticos. En consecuencia cuando un SER HUMANO elige la opción errónea debemos preguntarnos por las causas que empujan a esta PERSONA a obrar de este modo y una vez identificada la causa, la solución aparece por si sola.

La solución : la intuyo y me la guardo para mi pues asumo mi falibilidad y me se subjetivo. Lo que si conozco es el problema, y me asquea y me irrita. Lo frivolo que resulta hablar de numeros, de datos de hechos, de casos, de cifras cuando hablamos de PERSONAS, de islamistas, islamicos, musulmanes, etc, y en realidad deberiamos hablar de SERES HUMANOS.

¿Será que a quienes así hablan les falta perspectiva ? ¿O será que les sobra ? ¿Será que no les interesa la verdadera causa (y por ende la solución) de este «problema» ? ¿Sera que mas que los propios efectos les molesta el el propio hecho de la inmigracion ? ¿Sera que han llegado ya a una conclusion antes de realizar un analisis ? ¿Será que lo saben y prefieren disfrazar sus prejuicios en forma de discurso intelectual ? ¿Será que en vez de SER HUMANO prefieren el término islamista para no traicionarse al decir PUTO MORO ?

Luis (Salamanca)


Par : Luis (Salamanca)