"El detenido está reventado, y en el atestado no aparece nada de resistencia". La frase forma parte de la conversación entre dos policías locales de Torrevieja (el inspector Manuel Antonio López Vera y el oficial Carlos Illán) tras el arresto de un ladrón, recogida en la grabación de las escuchas telefónicas ordenadas por la juez del caso de las torturas. Las cintas revelan otras supuestas ilegalidades, como "presiones" del inspector López Vera y otros dos agentes a tres delincuentes (dos ellos menores) para recuperar dos kilos de cocaína de un narcotraficante colombiano.

«El detenido está reventado, y en el atestado no aparece nada de resistencia». La frase forma parte de la conversación entre dos policías locales de Torrevieja (el inspector Manuel Antonio López Vera y el oficial Carlos Illán) tras el arresto de un ladrón, recogida en la grabación de las escuchas telefónicas ordenadas por la juez del caso de las torturas. Las cintas revelan otras supuestas ilegalidades, como «presiones» del inspector López Vera y otros dos agentes a tres delincuentes (dos ellos menores) para recuperar dos kilos de cocaína de un narcotraficante colombiano.

La titular del juzgado número 2 de Torrevieja, acordó pasado 28 de febrero la intervención del móvil del inspector Manuel Antonio López Vera para esclarecer una denuncia por narcotráfico. Las escuchas no dieron resultado en ese terreno, y la juez ha archivado las diligencias. Las grabaciones sí revelaron otras prácticas ilegales como las supuestas torturas a un detenido y el amaño de unas oposiciones a la Policía Local.

Las conversaciones del inspector hacen referencia al arresto de un inmigrante guatemalteco el pasado 23 de junio, cuando robada en la casa de Carlos Illán, oficial de la Policía Local. El inspector habla primero con el concejal de Sanidad, Hipólito Caro, del PP, para preguntarle quién está de guardia en el centro de salud las Lomas (el edil era director del mismo).

Luego, el inspector conversa con Pedro -la investigación no ha determinado si se trata del alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, del PP, o del concejal de Seguridad, Pedro Valero- . «El servicio se ha realizado bien, pero el hombre no se puede poner derecho. Lleva dos costillas rotas y no se sabe si alguna cosa más», dice el policía. El interlocutor le pregunta : «¿Le han saludado [en alusión a si le han pegado] ?». Vera responde que sí : «Tiene lesiones graves, pues lo han tenido en el calabozo diez horas». El policía advierte de que en el atestado no aparece nada de resistencia y que si lleva a esa persona con esas lesiones tendrá problemas.

López Vera comunica a su interlocutor que, antes ha llamado al concejal Caro, «para que el médico que reconozca al detenido le llame lo antes posible antes de hacer nada por si hay que rehacer el atestado deprisa y corriendo para que por lo menos aparezca algo sobre que el detenido ha ofrecido resistencia en descarga de los agentes».

En otra conversación entre el inspector Vera el oficial Illán, el primero insiste en el grave estado del detenido. «Esta reventado. El médico del centro de salud lo ha enviado urgente para la Vega Baja (hospital comarcal)». Y le repite que ya ha informado al edil Caro : «Estamos esperando a que traigan el parte de lesiones para rehacer las diligencias antes de entregarlas en la Guardia Civil».

Dos costillas rotas

En otra cinta, Vera e Ilán, mencionan que al «detenido le han hecho de todo y tiene dos costillas rotas, aunque un cuñado del segundo trabaja en el hospital, ya le ha contado a lo médicos y le dan el alta». Los agentes subrayan que «los médicos no quieren intervenir para que no haya problemas y lo van a hacer todo más liviano, así como que dos costillas rotas es perfectamente compatible con una caída».

Por estos hechos, la juez ha imputado a 13 agentes, incluidos Vera e Illán, y los dos concejales.

Las diligencias por el delito de narcotráfico constatan que Vera y otros dos agentes «presionaron» a tres jóvenes detenidos por robo para averiguar el paradero de dos kilos de cocaína que reclama un narcotraficante colombiano, confidente policial. Los policías llevaron a los jóvenes a la comisaría, «y el narcotraficante, en presencia de los agentes, les amenazó con traer a dos sicarios». La juez no ve delito, pero si irregularidades como la detención de menores sin avisar a la Fiscalía.

Las escuchas recogen un intento de amaño de unas oposiciones. Por estos hechos están imputados el Jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, el inspector Vera, un agente y un capitán de la Guardia Civil. Vera responde así a la llamada del capitán : «No te preocupes que los dos inspectores que van a estar, y luego mi jefe también, me van a pasar parte de las preguntas que van a poner, y yo se las paso a mi hijo y al tuyo».


Fuente: EL PAIS