Hacemos público este comunicado con el sabor agridulce que nos ha dejado en la boca la jornada de lucha antifascista que se ha vivido en Madrid el pasado domingo 20 de enero.

Hacemos público este comunicado con el sabor agridulce que nos ha dejado en la boca la jornada de lucha antifascista que se ha vivido en Madrid el pasado domingo 20 de enero.

Agrio porque hemos tenido ver, una vez más, como en las calles de nuestra ciudad se manifestaba el producto de la hipocresía del estado, de la nueva ultraderecha, del capitalismo más reaccionario y radical.

Agrio porque Democracia Nacional, asesinos, ultraderechistas y profesionales de la mentira han contado con el apoyo del Tribunal Superior de Justicia para mostrarse en público libremente e iniciar su campaña electoral. Para intentar lucirse de cara a la opinión pública con un mensaje supuestamente “democrático”, mientras todos vemos que la realidad es que sus militantes y simpatizantes van a dichos actos armados con cuchillos de caza y emblemas que simbolizan el “White Power”. La prensa ha hablado de que Democracia Nacional se ha manifestado “con total normalidad”, pero no dice que esa supuesta normalidad ha sido impuesta por la policía antidisturbios, que desde primera hora de la mañana vigiló y acosó a numerosos grupos de jóvenes antifascistas que pretendían protestar contra la aberración que supone que la impunidad fascista campe a sus anchas en Madrid. En los últimos 3 meses, la Delegación de Gobierno ha autorizado 8 actos convocados por organizaciones fascistas y el Tribunal Superior de Justicia ha autorizado 2 actos previamente prohibidos por la Delegación de Gobierno. Es decir, casualmente de una forma u otra la ultraderecha tiene garantizada su presencia legal en las calles, lo cual nos recuerda aquello de que Franco lo había dejado todo “atado y bien atado”.

A la vez esta jornada nos ha dejado un sabor muy dulce porque, digan lo que digan, hemos demostrado que los amigos del asesino de Carlos no pueden manifestarse con normalidad en Madrid. No pueden sino escoltados por cientos de antidisturbios. No pueden sino con un sistema de vigilancia, desde los barrios hasta el centro de la ciudad, que controlaba tanto el metro como el tren cercanías para evitar a toda costa que se visibilizara la protesta de jóvenes antifascistas. El hecho de que poco más de un centenar de personas participaran en la manifestación de Democracia Nacional demuestra que ni siquiera la propia militancia de esta organización respondió a la convocatoria. Y demuestra que cuando los antifascistas golpeamos juntos, haciendo que los fascistas sientan nuestro aliento en el cogote, se deshinchan y se muestran como lo que son, un tigre de papel.

Es por tanto responsabilidad de todxs lxs antifascistas de Madrid continuar el camino de la lucha contra el fascismo institucional y callejero.

Fascistas No. Ni en las urnas ni en las calles.

Carlos, hermano, nosotr@s no olvidamos.


Fuente: Madrid Antifascista. Foto : Eduardo León.