Según un informe de Human Rights Watch, la muerte de civiles afganos se ha triplicado entre 2006 y 2007
Las tropas internacionales, a base de bombardeos y ataques aéreos, han provocado que el número de civiles muertos entre 2006 y 2007 en Afganistán se haya triplicado, según ha anunciado la ONG Human Rights Watch (HRW).
Según un informe de Human Rights Watch, la muerte de civiles afganos se ha triplicado entre 2006 y 2007

Las tropas internacionales, a base de bombardeos y ataques aéreos, han provocado que el número de civiles muertos entre 2006 y 2007 en Afganistán se haya triplicado, según ha anunciado la ONG Human Rights Watch (HRW).

A través de un informe, la organización también denunció que al incremento de muertos civiles contribuyó el hecho de que los insurgentes utilizaron a civiles como «escudos humanos».

Sin embargo, las fuerzas internacionales, especialmente las estadounidenses deben «poner fin a los errores que están matando a tantos civiles», dijo el director de HRW para Asia, Brad Adams, en un comunicado que acompaña al informe.

«Los errores de Estados Unidos y la OTAN han disminuido drásticamente el apoyo público al gobierno afgano y a la presencia de fuerzas internacionales para proporcionar seguridad a los afganos», añadió.

«Las muertes de civiles en ataques aéreos actúan como un instrumento de contratación para los talibanes y pone en riesgo el esfuerzo internacional por proporcionar una seguridad básica al pueblo de Afganistán», continuó.
Errores de espionaje

El informe se publica dos semanas después de que el gobierno afgano y la ONU reconocieran que un ataque aéreo de las fuerzas internacionales, lideradas por Estados Unidos, ocasionara la muerte de más de 90 aldeanos, la mayoría de ellos niños, el 22 de agosto en Azizabad, al oeste del país.

La coalición rechaza estas cifras asegurando que sólo murieron entre cinco y siete civiles, mientras que según datos de los talibanes murieron entre 30 y 35 rebeldes.
Un ataque aéreo causó la muerte de más de 90 aldeanos

Si se confirma la cifra de 90 muertos civiles, este incidente sería uno de los más mortíferos desde que hace siete años Estados Unidos liderara una coalición para derrocar al gobierno de los talibanes.

HRW denunció que, en 2006, al menos 699 civiles afganos murieron en ataques de militares, incluidos los atentados suicidas, y por lo menos otros 230 en acciones de las tropas internacionales, la mitad de ellos en ataques aéreos.

En 2007, por lo menos 950 civiles murieron en ataques de fuerzas insurgentes, incluidos los talibanes y Al Qaeda, y al menos 321 en ataques aéreos.

En los siete primeros meses de 2008, por lo menos 367 civiles murieron en ataques insurgentes y al menos 119 en ataques aéreos, denunció el informe, que precisa que los datos se basan en cálculos conservadores.
Acciones sin excusas

HRW criticó que la mayoría de las víctimas por ataques aéreos se producen por la escasa planificación de estos y aseguró que «cada bomba lanzada en zonas pobladas amplifica la posibilidad de un error».

Además de los muertos, los bombardeos también provocaron la huida de civiles de sus hogares por el temor a nuevos ataques, lo que ha ocasionado nuevos problemas por el aumento de desplazados.
EEUU no reconoce su responsabilidad y achaca los ataques a civiles a los talibanes

HRW acusó especialmente a los funcionarios militares estadounidenses de dar una «pobre respuesta» cuando se producen muertes de civiles y criticó que éstos nieguen su responsabilidad en los ataques o, incluso, responsabilicen directamente a los talibanes.

La organización califica las investigaciones sobre el origen de estos ataques de «unilaterales, lentas y carentes de transparencia», lo que ha debilitado las relaciones con las poblaciones locales y con el gobierno afgano.

Las indemnizaciones a los supervivientes o familiares de las víctimas no han sido oportunas ni adecuadas, denunció HRW, que exigió a las fuerzas internacionales que mejoren sus métodos de evaluación de daños y perjuicios.

Adams señaló que «aunque los escudos humanos de los talibanes son la causa de algunas muertes, Estados Unidos no debe usar esto como excusa, más aún cuando podía haber adoptado mayores precauciones».


Fuente: EFE | Agencias